La crisis por la desaparición del submarino ARA San Juan, de la Armada de Argentina, ha puesto el dedo en la llega de una cuestión sensible: el rol de las Fuerzas Armadas y la poca prioridad que el Estado le ha dado por décadas al área de Defensa.
Analistas consultados por la agencia de noticias Efe marcan que Argentina sufre las consecuencias de un “error estratégico” por parte de la conducción del Estado, incluyendo el actual Gobierno de Mauricio Macri, respecto de la Defensa.
“El Gobierno está recogiendo frutos de muchos años de desacierto del Estado argentino. No se puede achacar a estos dos años de Gobierno (de Macri) -que indudablemente tiene errores también- lo sucedido en general con lo que podríamos denominar la decadencia de las Fuerzas Armadas en Argentina”, sostuvo Jorge Arias, de la consultora Polilat.
Apuntó que las Fuerzas Armadas “pasaron a ser un hermano vergonzante de la democracia argentina a raíz del rol que les cupo en la etapa de la dictadura militar” (1976-1983), algo que calificó como un “absurdo”.
Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político, recordó que el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas comenzó tras la derrota argentina en las guerra de las islas Malvinas de 1982 ante el Reino Unido y se profundizó durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), tras cinco levantamientos militares.
“Después vino el kirchnerismo (2003-2015), que con su visión ideologizada, no sólo profundiza el proceso de desmantelamiento, sino que demoniza las Fuerzas Armadas, afectando a toda la imagen de las fuerzas”, señaló.
El conservador Mauricio Macri llegó a la Presidencia a finales de 2015 con promesas de revertir la cuestión, pero en los hechos se limitó a conceder aumentos salariales a los militares, según el experto.
El presupuesto del área de Defensa en Argentina se mantiene como uno de los más bajo de Latinoamérica, un 0,9 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), y del total de los recursos, el 85 por ciento se va en salarios de los militares.
El presupuesto de Defensa se mantiene como uno de los más bajos de Latinoamérica.
Giusto apuntó que la cartera de Defensa es considerada uno de los ministerios “menores” por el Ejecutivo de Macri a tal punto que ha quedado bajo el mando de representantes de la Unión Cívica Radical, partido aliado de Cambiemos, el frente gobernante que responde a Macri.
De hecho, el actual ministro de Defensa, el radical Oscar Aguad, sin antecedentes en el área y quien, según la prensa local, se enteró por los medios del incidente con el submarino mientras estaba de viaje, asumió al frente de la cartera en julio pasado, en reemplazo de otro radical, Julio Martínez, que dejó el cargo por razones electorales.
“La Defensa sigue siendo algo irrelevante. La diferencia con el kirchnerismo es que la mirada no está ideologizada y que mejoraron un poco los salarios a los militares. Pero el presupuesto se sigue achicando y la Defensa sigue siendo no prioritaria en un país con uno de los mayores territorios y plataformas marítimas del mundo”, afirmó Giusto.
El propio operativo de búsqueda del submarino en aguas argentinas, sin precedentes a escala internacional, lo pone en evidencia: dejando de lado los medios de avanzada aportados por Estados Unidos, los buques y aviones enviados por países vecinos, como Brasil y Chile, son superiores a los de Argentina.
Aunque la Armada argentina asegura que se han seguido los protocolos establecidos, los analistas marcan “errores” en el manejo de la crisis, sobre todo en los primeros días, al “minimizar” la gravedad del caso y, según versiones, no reportar de inmediato al presidente, que, por atribución constitucional, es comandante en jefe de todas las Fuerzas Armadas. El Gobierno resolvió iniciar una investigación dentro de la Armada para determinar responsabilidades por la desaparición del submarino y destituirá a los altos mandos de la fuerza una vez que se haya encontrado la nave.
La Armada está bajo la conducción del almirante Marcelo Srur (nombrado en ese cargo por Macri), quien hasta ahora no ha comparecido públicamente por este incidente.
El jefe de la Base Naval solicitó el pase a retiro
El jefe de la Base Naval de la Armada en Mar del Plata, contralmirante Gabriel González, solicitó su pase a retiro hace tres días, en medio del operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan, según informaron ayer fuentes oficiales.
El contralmirante que solicitó su retiro fue el encargado de recibir en la base a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, y transmitirles las novedades sobre la desaparición y la búsqueda del submarino.
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, fue consultado sobre el pase a retiro de González en el marco de la conferencia de prensa que brindó ayer en el Edificio Libertad para dar detalles del operativo de búsqueda del submarino, pero respondió que no tenía información sobre el tema.
“Tanto el personal de la Armada en Puerto Belgrano, como en Mar del Plata y Buenos Aires, están abocados a las dos responsabilidades más grandes: la búsqueda del submarino con sus 44 tripulantes y la contención a las familias”, dijo Balbi.
González fue el encargado de transmitirles a las familias en la base de Mar del Plata la información referida al “evento anómalo y no nuclear consistente con una explosión”, que se produjo horas después del último contacto que se mantuvo el miércoles 15.
Esperan suba presupuestaria
El Ministerio de Defensa contará en 2018 con una suba presupuestaria del 14 por ciento respecto de este año, con la meta de reequipar y modernizar las Fuerzas Armadas, para lo cual se dieron varios pasos concretos, como la reciente compra de aviones a Francia y la autorización de préstamos para responder a demandas específicas.
Los datos cobran valor frente a la situación del submarino ARA “San Juan”, que lleva a revisar el contexto en el que se produjo y las metas que en materia de Defensa se ha fijado el gobierno nacional.
Un día antes de asumir, en julio, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, señaló en un reportaje al diario La Voz del Interior que las Fuerzas Armadas vienen de un período largo de desinversión, en alusión al anterior gobierno, y apostó a revertir la situación.
Para 2018, la inversión en el área aumentará con especial atención en los programas de alistamiento operacional de las tres fuerzas armadas, que son los de mayor relevancia presupuestaria, con una asignación de $42.958,7 millones.