Otra vez fue la noche de Cristiano Ronaldo. En 2018, Turín lo vio brillar con una chilena inolvidable que empezó a sentenciar la historia a favor de Real Madrid, su equipo de entonces, pero en 2019 CR7 armó la fiesta para Juventus.
El portugués fue el fundamento excluyente por el que la Vecchia Signora le dio vuelta la serie de octavos de final a Atlético de Madrid. Con dos cabezazos furibundos ante dos de los mejores centrales del mundo, como José María Giménez y Diego Godín, igualó la serie y sobre el final la sentenció.
Ante un Colchonero que no supo cómo sostener la ventaja lograda en la ida y estuvo muy lejos de aquel que había ganado 2-0 en Madrid, a Juventus le alcanzó con su empuje y con la presencia de Cristiano en el área rival.
El tercero y definitivo lo anotó de penal, luego de Ángel Correa derribara de atrás a Federico Bernardeschi. Oblak nuevamente sucumbió ante la potencia de uno de los mejores jugadores de la historia y Juventus selló su pasaje a cuartos de final a costa del equipo dirigo por Diego Simeone, que nunca le encontró la vuelta al encuentro.