De pelo rubio hasta los hombros, con el torso descubierto y la camiseta de la Selección Argentina en sus manos. Bien apretada. Los pequeños Cristiano y Román Nicolía, llaman la atención cada noche en el Aldo Cantoni. Son los hijos de Carlos Nicolía, el capitán de Argentina y los pequeños "barrabravas" de la Albiceleste.
Cristiano tiene 11 años y Román, 6. Los dos, junto al resto de la familia Nicolía y Pallucchini, se ubican detrás de los bancos de suplentes, en el centro de la Platea Oeste que, como todo el estadio, luce colmado cada noche que juega la Argentina. Los pequeños llaman la atención de todo el mundo, porque se paran en las butacas, se sacan las camisetas y a pleno revoleo, alientan de esa manera a su papá y a la Selección. "Los dos son igual de fanáticos, lo viven de esa forma, tienen devoción por el padre y por el deporte. Ver a la Selección los tiene así con esa locura tan linda cada noche", comenta Flavia Pallucchini, esposa de Carlos Nicolía.
"En Portugal Cristiano y Román, siempre son los que se sacan las camisetas, las revolean, saltan, inventan sus canciones y eso allá no se ve mucho. Viven el deporte europeo pero con la sangre argentina"
Los pequeños se quedan casi sin voz cada noche de tanto cantar. Ese fanatismo que tienen, también lo dejan plasmado en cada partido que disputa el Benfica en Portugal, donde Cristiano y Román también lo viven de esa forma. "En Portugal son como la revolución, les graban videos, los sacan en los diarios de Portugal, son famosos por ser "los barras". A pesar de que en Portugal hay mucho ambiente de deporte, siempre son los que se sacan las camisetas, las revolean, saltan, inventan sus canciones y eso allá no se ve mucho. Viven el deporte europeo pero con la sangre argentina", comenta Flavia.
A pesar de que su papá es considerado por muchos como "el meejor del mundo" en la especialidad, los pequeños no le siguieron los pasos. Si bien ambos probaron hacer hockey, incluso Román comenzó a patinar con apenas un año y así jugó en el Benfica en pañales, los chicos finalmente se decidieron por el fútbol y ambos juegan en las Inferiores del club portugués. "Son archi futboleros como el padre, hinchas fanáticos de Boca y también de San Martín, intentamos que las raíces estén siempre. Somos muy relajados como padres, no queremos que se sientan presionados para hacer tal o cual deporte, sí tratamos de inculcarles el deporte por los valores que tiene de equipo, la responsabilidad y los valores", manifestó la mamá.
Los chicos argentinos revolucionan al hockey portugués. Los pequeños Nicolía junto a los hijos de Lucas Ordoñez y Pablo Alvarez, le demuestran a los portugueses como se vive la pasión en Argentina.
¿Cómo está viviendo el Mundial la familia Nicolía? Flavia lo explicó: "Sabíamos que San Juan sería especial porque todos los jugadores de Europa querían estar acá, era cumplir el sueño. Es increíble lo que genera San Juan en el mundo del hockey, realmente es como una locura, los jugadores europeos dicen que jugar en San Juan es recibirse de hockistas y es así. Carlitos está disfrutando como si fuese un niño y ojalá el domingo puedan quedarse con este Mundial que es lo que tanto anhelan", expresó.