Arropada en un multitudinario operativo clamor para que sea la candidata a presidente en 2023, pero con menos vehemencia que otros actos políticos armados a su medida, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner siguió ayer bajando líneas al Gobierno en torno a salarios, tarifas y precios, pero evitó anunciar su futuro político. Lo más explícito que dijo acerca de una posible candidatura fue cuando la militancia, conformada principalmente por La Cámpora, interrumpió la alocución al grito desaforado de "Cristina presidenta". Allí, luego de dejarlos un rato vitorear, la ex mandataria citó una frase de Juan Domingo Perón y replicó: "Todo en su medida y armoniosamente".
La otra novedad es que su presentación no estuvo desbordada de optimismo pese a que estrenaba slogan electoral ‘la fuerza de la esperanza’ y que esta vez, lejos de convertirse en juez del gobierno, hizo un análisis de la economía más ajustado a la realidad. Tanto, que consideró posible que las elecciones 2023 ‘se pueden ganar’, pero reconoció que ‘hay condicionamientos graves’. En este sentido, la Vicepresidenta insistió con la necesidad de llamar a un acuerdo democrático. Pidió construir un "consenso económico" para afrontar los "graves problemas".
Fernández de Kirchner consideró "necesario" construir un "consenso económico no donde todos opinemos igual, sino para abordar graves problemas que tiene la Argentina".
Sobre el futuro electoral del Frente de Todos de cara al 2023, Cristina vaticinó: ‘Las elecciones se pueden ganar pero los condicionamientos son tan graves, tan profundos, que nos han dejado. Va a requerir que la mayor parte de los argentinos tiremos todos juntos para el mismo lado. Si no es así, nuestro país será difícil para cualquiera’, afirmó ante una multitud de militantes. En este pasaje de su alocución, hizo referencia a los condicionamientos por la deuda con el FMI.
La Vicepresidenta sostuvo que ‘muchas veces se han tenido que tomar decisiones por el condicionamiento brutal con el que se recibió un Gobierno después del retorno del FMI a Argentina’, por lo que llamó a ‘explicar’ porque ‘la sociedad tiene que saber’. Para la vicepresidenta, ‘cuando la sociedad sabe, se empodera, y no hay mejor ayuda para un gobierno nacional y popular que la sociedad sepa hacia dónde vamos y por qué hacemos las cosas que hacemos’.
Fue un discurso plano que sólo alcanzó su clímax cuando se refirió a la muerte de Néstor Kirchner. En ese pasaje a Cristina se le quebró la voz y entre lágrimas dijo que ‘este país se llevó la vida de mi compañero’.
Como en su presentación anterior, Cristina arrancó ayer su mensaje haciendo referencia al atentado que sufrió en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta. En ese sentido, afirmó que "el 1 de septiembre" último "se quebró por primera vez el pacto democrático de respetar la vida", en referencia al intento de magnicidio que sufrió. Por eso, llamó a "terminar con debates absurdos" en torno a la seguridad y apuntó contra el gobierno anterior que puso "en el ministerio de Seguridad a una Miss Argentina".
"Hay que terminar con debates absurdos, porque la democracia tiene una deuda en materia de seguridad. Ningún partido político lo ha podido solucionar. Terminemos con ese debate berreta de los mano dura o los garantistas. Si para algo sirvió lo que me pasó fue para demostrar que cuando estuvieron en el ministerio de seguridad los mano dura, a la política de seguridad le pusieron una Miss Argentina’, disparó.
En su discurso, la ex mandataria reivindicó sus dos mandatos basándose en la recuperación que tuvo el salario real y su participación en el producto bruto. "Dicen que mi segundo mandato fue malo. Fue malo para los angurrientos, para los que nada les alcanza, pero el salario permitía llegar a fin de mes, ahorrar y vacacionar. No me vengan a decir que hace 70 años que estamos mal", detalló.
Colectivos en los alrededores
Desde las 12 del mediodía los militantes que se acercaron al estadio fueron sometidos a
controles para evitar que ingresaran con armas. Decenas de colectivos se estacionaron
en un radio de diez cuadras del estadio.
El gran operativo de Sergio Berni
El Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, encomendó un operativo a la Dirección
de Custodios, con máxima antelación ante la visita de la vicepresidenta, contemplando
el intento de magnicidio de septiembre.
Un día de bombos, saltos y abrazos en el estadio platense
Bombos, guitarras y banderas se observaron ayer en el estadio Diego Armando Maradona, donde acudió una multitud de seguidores de Cristina Fernández de Kirchner.
En la tribuna, bailaron los principales referentes de La Cámpora. El hijo de CFK, el diputado Máximo Kirchner, apareció arengando desde una tribuna del estadio bonaerense de La Plata, donde ayer se conmemoró el 50º aniversario del regreso de Juan Domingo Perón.
Instantes previos antes del ingreso de la Vicepresidenta al estadio, Máximo Kirchner fue visto desde la tribuna festejando junto a la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza. Los dirigentes de La Cámpora saltaban al compás de "¡Cristina, Presidenta!" abrazados a una bandera. La escena fue capturada por las cámaras que transmitieron el evento ayer por la tarde.
En la previa del discurso de Cristina Fernández de Kirchner, minutos después de las 19, empezó el show de La Mancha de Rolando. Entre los dirigentes presentes en La Plata estaba el exvicepresidente de Cristina Kirchner, Amado Boudou, que hoy no canta con la banda, como en otros tiempos.
Cristina Kirchner llegó al estadio Diego Armando Maradona (ex Estadio Único), colmado por militantes, en medio de un muy fuerte operativo de seguridad. Fue la única oradora del acto por el Día de la Militancia.
La Vicepresidenta llegó en helicóptero, bajó directamente en el estadio bonaerense y se reunió con el gobernador de esa provincia, Axel Kicillof. El ministro del interior, Wado de Pedro, estaba esperándolos. Lo mismo que el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
A través de las redes, La Cámpora publicó su traslado a La Plata con un video. "Yendo", indicaron, con un emoji con corazones en los ojos.
El breve audiovisual permitía ver partir a los militantes camino a la capital bonaerense con bombos, acordeón, guitarras -e incluso una flauta- para celebrar el Día de la Militancia con Cristina Kirchner como protagonista del acto.