Concientizar sobre buenos hábitos diarios es una de las herramientas que hoy tenemos en nuestras manos, aseguran los especialistas. Según dicen, gracias a la investigación y a los avances científicos, las cifras de afectados con esta dolencia podrían bajar de manera considerable en unos años. Se espera que para el año 2025, los casos empiecen a reducirse.

 

Aquí te dejamos algunas recomendaciones para que comiences desde hoy a cambiar tu estilo de vida por uno más saludable:

 

Adelgaza si sufres sobrepeso. La obesidad y, en concreto, la acumulación de grasa en el abdomen son dos factores que favorecen el cáncer. Expertos americanos sostienen que perder peso puede reducir hasta 1/3 el riesgo a sufrir cáncer de mama entre mujeres de mediana edad. Dicen que basta una pérdida moderada (entre el 5% y el 10% del peso) para obtener este beneficio.

Evita los tóxicos. Poder identificar mejor disruptores endocrinos (que alteran nuestras hormonas) fue una de las principales demandas de varias sociedades médicas españolas durante 2017. Se encuentran en plásticos, ciertos cosméticos.

Mantén alejado el sedentarismo, los tóxicos, la contaminación y la obesidad.

Escápate al campo. La contaminación ambiental no solo provoca cáncer de pulmón. También aumenta la mortalidad en tumores de riñón, vejiga, colon y recto. Lo ha comprobado el Instituto de Salud Global de Barcelona.

Di adiós al sedentarismo. Practicar ejercicio con regularidad es uno de los hábitos que deberíamos incluir en nuestra vida. Y fíjate: algunas tareas del hogar también pueden ayudar a combatir el sedentarismo (¡así ya no hay excusa!) y, con ello, contribuir a reducir hasta un 50% el riesgo de cáncer de estómago (en hombres y mujeres). Son datos de un amplio estudio español (MCC-Spain).

LA ALIMENTACIÓN QUE REDUCE TU RIESGO

Determinados alimentos tienen sustancias protectoras frente el cáncer. En cambio, hay otros que deberíamos tratar de evitar para alejar esta enfermedad de nuestra vida. Los últimos estudios apuntan que te benefician:

 

Tomate: Cómelo cada día ya que hacerlo puede reducir un 50% el riesgo de cáncer de piel, apunta un estudio de la Ohio State University (EE. UU.).

Romero: Añádelo a tus platos siempre que puedas. Según un reciente informe español, el extracto de esta planta podría ser útil para tratar el cáncer de colon.

Café: Lo ideal sería tomar tres tazas al día. Si el café no está muy cargado, reduce el riesgo de muerte prematura por cáncer (y por otras causas). Lo asegura un informe europeo.

 

En cambio, recomiendan no abusar de :

 

Azúcar: “Alimenta” el cáncer. Las células malignas lo usan como combustible, crecen más y se reproducen. Lo apunta un estudio belga.

Marisco: Es rico en cadmio. El riesgo de cáncer de endometrio se eleva hasta un 22% en las mujeres con niveles altos de este metal, publica PLOS One.

 

DETECCIÓN Y TRATAMIENTOS MÁS PRECISOS

Las investigaciones científicas de los últimos años están ayudando a que la detección pueda hacerse de forma más rápida, sencilla e indolora. Y los tratamientos, cada vez son más personalizados y con menos efectos secundarios. Se han dado avances en:

 

1. Detección precoz

Mamografías menos dolorosas. En el Hospital del Mar (Barcelona) una nueva técnica permite no presionar tanto el pecho.

Menos biopsias. La elastografía es una especie de ecografía que permite detectar la consistencia de los bultos. Si está claro que es benigno se evita la biopsia.

2. Terapia dirigida

Genes alterados, proteínas. La ciencia cada vez tiene más pistas de cómo se forman y reproducen las células responsables del cáncer.

Nuevos fármacos. Atacar solo lo que provoca el tumor (proteínas, mutaciones genéticas…), no a todas las células de forma indiscriminada, es el objetivo de los nuevos fármacos oncológicos.

3. Huesos y cáncer

La osteocalcina, proteína que ayuda a que el calcio se fije en los huesos, podría contribuir a que el cáncer de pulmón crezca.

Qué se puede hacer: eliminar células de la médula ósea (ricas en osteocalcina) podría retrasar la progresión de este tipo de tumor, según un reciente estudio con ratones.

4. Por qué reaparece

Las células que sobreviven al tratamiento “engañan” al sistema inmune para que las ayude a crecer y extenderse, según un informe británico.

Cómo combatirlo: con inmunoterapia. Tratar el cáncer potenciando la labor de las defensas para atacarlo. Y gracias a esto se anula la capacidad de las células malignas de engañar al sistema inmune.

LOS PELIGROS DE AUTOMEDICARSE

Ciertos medicamentos de uso común tienen un efecto secundario que quizá no conocemos y es que pueden incrementar (y mucho) el riesgo de desarrollar tumores.

Antiácidos. Si se consumen por un tiempo largo, los llamados IBPs (entre los que se incluye el omeprazol) pueden aumentar hasta más del doble las probabilidades de sufrir cáncer de estómago. Es el principal dato de un estudio publicado en Gut.

Anticonceptivos. Haber tomado “la píldora” al menos durante 5 años es un factor de riesgo de cáncer de mama, apunta una investigación danesa publicada en el New England Journal of Medicine.

Somníferos. Quienes acuden a ellos dos o más veces por semana de forma habitual tienen 2,5 veces más riesgo de desarrollar cáncer de boca, nariz o tráquea. Si se utilizan durante 3 años o más el riesgo se triplica, sostiene un amplísimo estudio llevado a cabo en Noruega, Finlandia y Reino Unido.

Algunos fármacos aumentan el riesgo de sufrir tumores

Antidiabéticos. La pioglitazona, que se usa en la diabetes tipo 2, aumenta el riesgo de cáncer de vejiga, según un informe del British Medical Journal. Pregunta a tu médico por otras posibles opciones.

Y si tomas vitaminas, piensa que no son inocuas. Utilizarlas sin control, durante mucho tiempo, puede facilitar el desarrollo de tumores malignos en la mama, nos advierten desde el Instituto Karolinska (Suecia).

 

Fuente: Saber Vivir