Arco cerrado. Darío Benedetto ingresó en el complemento y no fue ni la sombra del certero goleador de Boca.

 

Jorge Sampaoli trajo a la selección albiceleste el recambio en la ofensiva como carta de presentación. Marginó al cuestionado Gonzalo Higuaín, relegó a Sergio Agüero y apostó por su 9: Mauro Icardi. Tras los dos primeros encuentros de titular, el marido de Wanda Nara tuvo tan pobre labor como sus antecesores. Ni siquiera Darío Benedetto, goleador de Boca Juniors y de gran presente, pudo cortar la falta de puntería de esta Argentina.
Icardi anoche contó con cuatro chances y no concretó ninguna. Argentina sólo quebró el arco de Venezuela por el gol en contra de un propio futbolista de la vinotinto. 

Un dato que alarma es que el combinado nacional es el segundo seleccionado con menos goles a favor de estas Eliminatorias: 16 alaridos en igual cantidad de partidos. 

Muy poco teniendo en cuenta que se tiene a la estrella de Barcelona Lionel Messi, el goleador del Calcio (Higuaín, ausente en esta convocatoria), Dybala (la joya de la Juventus) y al Kun Agüero, referente en el Manchester City de Guardiola pero que en Montevideo y en Núñez, Sampaoli prefirió dejar en el banco y ayer ni siquiera le dio oportunidad en cancha.

Está claro que los factores a semejante anemia pasan por varios lados. Acaso el más fuerte sea la falta de confianza al momento de enfrentar el arco rival. Sólo así se entienden algunos goles que se erraron en el estadio Monumental. 

Lo bueno es que aún restan dos juegos y quedan chances de ir a Rusia. Lo que se hace difícil es pensar cómo estos jugadores (sobre todo los atacantes) podrán hacer cambiar la mala racha que transitan desde hace un largo tiempo.