Hace unas cinco décadas, la calle Salta pertenecía al antiguo municipio de Concepción. Se caracterizaba porque paralela a ella circulaba un caudaloso canal, que siempre estuvo en perfectas condiciones de aguas limpias. Le daba a esta zona de su recorrido una belleza muy especial. Siempre verde, siempre fresco y con mucha vida. Sobre todo, vida de buenos vecinos. Todos los frentes en cada casa lucían unos bancos de cementos, otros con mayólicas de diversas formas y sobre los puentes, que le daban el toque con una personalidad única. Pareciera que la naturaleza se quedó a vivir en esa calle sanjuanina llamada Salta.

 

Vestigios del canal de la calle Salta. 

 

Algunos abuelos han de recordar, que por allá en la década de 1940, ese caudal se prolongaba por la calle 25 de Mayo, o “calle de los harineros”, que tenía un largo recorrido, terminando su cauce en “aguas de regadío”, en fincas de Santa Lucía y 9 de Julio.

En aquellas primeras décadas del sigo XX, sobre calle 25 de Mayo, se establecieron varios molinos harineros que aprovechaban este caudal para generar energía y de esa forma mover sus industrias. Establecimientos o molinos harineros, cervecerías y curtiembres. Una historia que merece un relato especial…

En la actualidad este canal fue borrado cuando construyeron la avenida de Circunvalación. Todavía quedan vestigios de lo que fue el canal, como murallas de puentes y hasta algunos caños que formaban las barandas para proteger a las personas de caer al cauce de agua. En algún tramo se transformó en una angosta y contaminante acequia de aguas peligrosas para la salud del hombre. Con esto desapareció el verde y la naturaleza se mudó. 

Si transitamos por la arteria, es todo una odisea. El asfalto se ha deformado tanto por el peso de los vehículos y por mala calidad del material, que se ha transformado en peligrosos “lomos de burro”, con pésimas banquinas, el consecuente peligro para el ciclista. Las veredas, en muchos tramos, han perdido la tranquilidad de poder circular y así una serie de imperfecciones que han transformado a la calle Salta en algo que da vergüenza. La historia cuenta que fue una calle muy bonita y única.

Las autoridades, tanto municipal, como del gobierno provincial, se olvidaron que esa calle es parte de la Ciudad Capital. Lamentablemente ya no se puede volver al pasado. Pero si se podría prestar más atención y mirar de vez en cuando a las calles, que en este caso las autoridades están dejando abandonada y su deterioro se nota cada día más.

San Juan no es sólo una fiesta. También son las calles, las veredas, los árboles, y todo lo que hace a su urbanismo para poderla vivir. Alegre, orgulloso y seguro.

 

 

Leopoldo Mazuelos Corts  –  Dirigente vecinal   

Foto: Mauricio Nefa