
Señor director:
Con la llegada del otoño mucha gente se deleita con la caída de las hojas, pero hay otras rabean a más no poder porque esas hojas le ensucian veredas, frente y fondos de las casas. El problema está con el destino que se les da a las hojas, mientras que algunos -los menos- las juntan y las colocan en bolsas de nylon para que luego sean retiradas por el municipio, hay otros que prefieren juntarlas y prenderles fuego lo que constituye no sólo un riesgo de incendios en las inmediaciones, sino que también contribuyen a desmejorar las condiciones ambientales al contaminar el aire y generar cenizas que se esparcen por todos los ámbitos, ensuciando ropa tendida y, en algunos casos, ingresando a los hogares.
Señores, el otoño es para ver caer las hojas y el trabajo de juntarlas debe convertirse en un pasatiempo o una tarea más alegre. No debemos verla como una carga sino como algo maravilloso que nos regala la naturaleza.
Mónica del Carmen González
DNI 18.992.428
