Beatriz Gallardo (49 años, discapacitada y con diabetes) suda, se le caen las lágrimas y por momentos se le corta la voz. Asegura que desde el 22 de octubre vive una "verdadera pesadilla". La crisis económica la obligó a recurrir a un préstamo. Claro, con lo que ella gana -la mínima, $8.637- dice que nadie le daba dinero. Pero por Facebook apareció la solución: le mandaron una solicitud de una tal ‘Laura Estefanía Galfré’ quien le ofrecía acceder a un préstamo.
La mujer dijo que luego de ese contacto en la red social, la llamaron de la ANSES y le dijeron que tenía aprobado un préstamo. Y llegó el día donde se perpetró el "cuento del tío". La llamaron el 26 de octubre pasado a su celular desde un teléfono con característica 0351 (de Córdoba) y le dijeron que vaya a un cajero del Banco San Juan y una vez allí avisara por mensaje para que se comuniquen con ella.
"Ellos me iban diciendo cómo sacar el préstamo de 50.000 pesos. Yo como no sé cómo funciona, seguía los pasos", contó Beatriz a DIARIO DE CUYO. Dos maniobras le hicieron hacer: por un lado, transferir a una cuenta del Banco ITAU -aparentemente abierta en Córdoba- 40.000 pesos. Es que el resto, el cajero "me lo escupió", graficó la mujer que vive en Rivadavia con una hermana y una sobrina discapacitada.
Esos 10.000 pesos que el cajero le había entregado se lo hicieron enviar a través de Western Union a un tal Joan Franco. Así las cosas, los 50.000 pesos se habían esfumado, realidad en la que cayó a los días cuando se encontró que no tenía la plata y que le habían bloqueado los números con prefijo cordobés que le habían llamado.
El caso fue denunciado en la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de San Juan
Ahora y a la espera de la investigación policial, el banco emisor del préstamo le reclama el pago, pero asegura que no tiene cómo hacer frente. "Estoy desesperada, no tengo para cubrir mis gastos y ahora pagar por algo que no utilicé. Estoy mal de salud, no sé qué hacer, quiero morir", se lamentó.