La incómoda y traumática verdad se coló en un Centro de Día, donde personal del municipio de Rawson había llegado a ofrecer una charla sobre educación sexual. Entonces, una psicóloga que participaba de ese encuentro notó que uno de los chicos, un varón de 11 años, se retrajo y no quiso participar. Cuando le preguntaron por qué, el menor se despachó con una revelación que, de inmediato, obligó a realizar una denuncia en una Fiscalía del ANIVI. Según esa denuncia, concretada el 31 de julio pasado, el menor contó que su papá había abusado de él cuando tenía 7 años.
La investigación encarada desde ese momento por el grupo de pesquisas dirigidos por el fiscal Mariano Juárez Prieto (UFI ANIVI) los llevó a descubrir una situación bastante grave, porque el padre de ese niño resultó ser una persona que ya tenía una condena por abusar de su hijastra.
Según fuentes judiciales, el ahora sospechoso, un hombre de 50 años no identificado para preservar a su hijo, había recibido 4 años y 10 meses de cárcel en la Sala III de la Cámara Penal, por el delito de abuso simple agravado por la convivencia contra una niña cuando tenía 15 años.
Según los voceros, el imputado tiene problemas de visión y por esa razón cumple su condena en prisión domiciliaria en casa de unos familiares, donde el último martes volvió a ser detenido para volver a ser investigado.
Ayer, Fiscalía pidió 6 meses de prisión preventiva en la cárcel para el sospechoso, pero el juez Eugenio Barbera (h) le aplicó dos meses, a cumplir en su domicilio. Y si bien el caso fue calificado como un presunto abuso sexual simple agravado por el vínculo, en los próximos días el menor será escuchado y entrevistado por psicólogas del ANIVI, quienes evaluarán sus dichos para saber si miente o no. Y, en caso de ser verosímil, determinar si los ataques que sufrió solo fueron abusos simples o hechos que lleven a considerar que ese hombre cometió delitos más graves, indicaron fuentes judiciales.