Durante mucho tiempo, Volodimir Zelenski arrastró la imagen de un ex cómico de la televisión elegido presidente de Ucrania casi por casualidad, pero a raíz de la crisis con Rusia, se ha convertido a ojos de sus compatriotas en un líder que supo mantenerse firme y sereno, ajeno al pánico.

Este hombre de 44 años llegó a la presidencia a tiempo para ser testigo del peor combate entre el Kremlin y las potencias occidentales desde el fin de la Guerra Fría hace más de tres décadas.

Vio cómo Rusia rodeaba su país con más de 100.000 soldados y se lanzó a una invasión sobre su país. En medio de la ofensiva y los combates, Vladimir Putin lo llamó +drogadicto+ y +nazi+.

Zelenski asumió todo esto e hizo lo que sabe hacer mejor: pidió calma a los más de 40 millones de ucranianos y planificó una fiesta el 16 de febrero pasado por el Día Nacional de la Unidad, invitando a sus ciudadanos a salir a las calles con bandeas, globos amarillos y azules.

En 2019, Zelenski dirigió su carrera presidencial como una broma. Saltó a la fama interpretando a un profesor grosero que llegó a presidente después de que un alumno suyo grabara y colgara en internet su profana diatriba contra la corrupción.

Zelenski, al que muchos consideran de origen judío, nació en el este del país, concretamente en la provincia de Dnepropetrovsk, actual Dnipró, el 25 de enero de 1978.

Realizó la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Económica de Kiev, pero nunca llegó a ejercer la abogacía, ya que se decantó por el campo de la actuación y el entretenimiento, del que pronto se convertiría en una estrella de la televisión.

El 20 de mayo de 2019, Zelenski fue investido presidente tras ganar con el 73,22 por ciento de los votos al nacionalista Petró Poroshenko en la cita electoral de abril anterior. Pese a su triunfo y por venir de un ámbito ajeno a la político, algunos ciudadanos lo comparaban con otros presidentes histriónicos como el italiano Silvio Berlusconi o el estadounidense Donald Trump.

Llegó al poder tratando de abrir líneas de comunicación con Vladimir Putin para poder resolver el sangriento conflicto separatista en el Donbás que ha costado 14.000 vidas. Los dos celebraron una cumbre en París meses después de la elección de Zelenski que el dirigente ruso describió como un "paso importante". Aunque desde ahí en adelante, todo fue un tobogán de trabas burocráticas que terminó con el ataque ruso y a Ucrania al borde de quedar en manos de Moscú.

 

Gran debut
En marzo del 2018, Zelenski fundó su propio partido político en Ucrania, "Sirviente del Pueblo", un nombre que dado título antes a una serie de televisión protagonizada por él. En junio de ese año, anunció que sería candidato a la presidencia de su país.