
Sabemos lo que significa "vender humo". Lo entendemos al escuchar charlas del técnico Ricardo Caruso Lombardi o al leer noticias de la supuesta venta de Lionel Messi a Boca. ¿Pero de dónde viene la frase?
Según el lingüista español Sebastián de Covarrubias, el término fue adoptado del Derecho Romano, donde se define como venditio fumi a las "promesas falsas" que se realizan para obtener un favor de un funcionario público.
"Se dice de los que con artificio dan a entender ser privados de los príncipes y señores y venden favor a los negociantes y pretendientes, siendo mentira y humo cuanto ofrecen", indica Covarrubias, quien fue lexicógrafo, criptógrafo, y capellán del rey Felipe II, en su libro "Emblemas Morales: Iconografía y doctrina de la Contrarreforma".
En ese mismo libro, Covarrubias cuenta la historia del castigo ejemplar que aplicó el emperador romano Alejandro Severo a un "vendedor de humo" de la época: "Mandó a ponerlo en un palo y echarle fuego de leños verdes con cuyo humo se ahogase antes que el fuego le consumiese, con voz de pregonero que decía: Fumo periit, qui fumos vendidit (al humo perezca quien humo vende)".
Hoy, la frase "vender humo" está incluida dentro del diccionario de la Real Academia Española. "Persona que ostenta o simula valimiento o privanza con un poderoso para vender su favor a los pretendientes", dice la RAE.
En este sentido, se dice de alguien que "vende humo" cuando intenta "vender a su favor" una promesa falsa. Hay muchos "vende humo". Por suerte para ellos, el castigo de Alejandro Severo quedó en desuso.
