El detenido exministro de Planificación kirchnerista Julio De Vido se definió ayer como una víctima de una "persecución judicial" que adjudicó a su rol como funcionario y a la vez "fiel compañero del expresidente Néstor Kirchner", en el escrito que entregó al juez federal Claudio Bonadio.
De Vido fue citado a ampliar su declaración indagatoria en relación a la causa por los cuadernos de la corrupción pero vinculado al aspecto que investiga supuestos sobornos pagados por parte de empresarios del transporte automotor y ferroviario.
En este caso puntual se investigan pago de sobornos en los trámites de adjudicación de subsidios al gasoil en colectivos y también en trenes. El detenido ofreció someterse a un careo con los empresarios que ya declararon como imputados colaboradores en la causa y quedaron libres.
"Me encuentro dispuesto a realizar un careo con aquellos imputados cuyas declaraciones han brindado información que pretenda incriminarme, en tanto puedo no solo asegurar que de existir esos dichos no son ciertos sino que el careo podrá demostrar que resultan declaraciones falsas", sostuvo.
Y tildó de "absolutamente falsos" los dichos de los empresarios "arrepentidos" Aldo Roggio, Sergio Taselli, Carlos Wagner y Benjamín Romero. Al preguntarse los motivos de la nueva citación, ya que la causa por los subsidios al gasoil data del 2014 y él ya había declarado, se respondió: "A esta altura parece más un amedrentamiento de los imputados que actos procesales que pretenden otorgarme la posibilidad de defenderme".