En capilla. Por esta nueva denuncia: negociaciones incompatibles con la función pública, fraude al Estado y quizás lavado de dinero.

 

El exministro de Planificación del kirchnerismo, Julio de Vido, preso por una de las múltiples causas por corrupción que enfrenta, suma una nueva denuncia en su haber: un polémico contrato para la construcción de un gasoducto en Santa Cruz por la que entregó un adelanto de 70 millones de dólares, una obra que nunca comenzó.

Para colmo, esta denuncia suma un dato clave: es la primera vez que se encontró la firma de De Vido en un polémico contrato por un total de 218 millones de dólares. El contrato se negoció sin licitación pública, sin auditorías y "con sobreprecios" en las últimas semanas del gobierno de Cristina Kirchner. Además, se le entregó a la empresa BTV un adelanto de 70 millones de dólares el 2 de diciembre del 2015 sin que la obra, hasta el momento, haya comenzado, entre otras irregularidades. Es decir, 8 días antes de entregar el poder al gobierno de Mauricio Macri. El resto de los 218 millones no se alcanzaron a entregar porque el entonces ministro de Energía de Cambiemos, Juan José Aranguren, ordenó frenar los pagos.

Por estos y otros "agujeros negros", la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, denunciará hoy ante la justicia federal a De Vido, al exgobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, a los exsecretarios de Energía Daniel Cameron y Mariana Matranga, al extitular del Enargas, Antonio Pronsato, y al presidente de la empresa BTU, Carlos Mundin.

Los acusados serán denunciados por negociaciones incompatibles con la función pública, fraude al Estado y quizás lavado de dinero.

La obra en cuestión -que originalmente fue dividida en tres proyectos- tenía como objeto el abastecimiento de gas natural a 2.500 usuarios de pequeñas localidades del norte de la provincia con el fin de sustituir el consumos de gas licuado propano por redes (GLP) por gas natural y evitarle así al Estado nacional el pago de subsidios a perpetuidad que hacía del precio a granel del gas propano. (Fuente: Clarín)