Señor director:
Recientemente, el Dr. Agustín Zbar hizo pública una posición particular, en un giro de 180º respecto de hace un año y medio, cuando aplaudió la decisión de la DAIA de actuar como querellante en el tema del "Memorandum de Entendimiento con Irán" firmado por la ex presidente Cristina Fernández y el fallecido ex canciller Timerman, a espaldas de la comunidad judía. Luego del asesinato del Fiscal Alberto Nisman como consecuencia de la denuncia pública contra estos 2 personajes y que no pudo llevarla al Congreso Nacional por su muerte, fui uno de los primeros en solicitar la expulsión de la comunidad judía por traidor a sus hermanos del mencionado exministro. Ahora pido lo mismo para Zbar. Por un lado y aprovechando su estadía en Israel, en una actitud hipócrita y canallesca, asistió al homenaje e inauguración de un monumento a Nisman Z’L, dijo algún discurso y apareció en fotos. Si en un año electoral y tratando de saltar la famosa grieta, hizo un favor político a los Kirchneristas pidiendo a la DAIA, públicamente, que no siga con la querella, despertó a los enanos fascistas como Mauro Viale, Víctor Hugo Morales, Pablo Duggan y otros quienes arremetieron contra la DAIA y sus autoridades legítimas. Los judíos estamos expuestos ante los demás y debemos tener líderes que nos representen con coraje y valores éticos y morales a prueba de corrupción, que no despierten el antisemitismo latente en gran parte del peronismo y la vetusta izquierda vernácula. La DAIA es la representante única de toda la comunidad judía reuniendo a más de 125 asociaciones religiosas, educativas y deportivas; el Dr. Zbar como abogado que es no puede ignorar esta organicidad.
