La actitud negligente de una joven madre de 19 años causó que su hija de tan solo 20 meses muriera en soledad en un departamento subvencionado por el gobierno británico para familias vulnerables. En diciembre del 2019, Verphy Kudi dejó a su bebé Asiah en su casa en Brighton, Inglaterra, para festejar su cumpleaños número 18. No volvió hasta dentro de seis días.

Las cámaras de seguridad del complejo de departamentos registraron a Kudi yéndose del edificio a las 5.40p.m. del 5 de diciembre. Según información que recabó la policía de Sussex, la joven fue a disfrutar de su cumpleaños en varias fiestas en Londres, Coventry y Solihull, localidades que se encuentran a 240 kilómetros de Brighton.

Kudi no volvió hasta el 11 de diciembre cuando a las 6 de la tarde llamó a los servicios de emergencia diciendo que su hija no se despertaba. Asiah fue llevada al hospital de niños Royal Alexandra, pero fue declarada muerta al llegar al centro médico. La autopsia reveló que la nena, que había nacido el 22 de marzo del 2018, murió de hambre, estaba deshidratada y también se había resfriado.

La policía estableció que la causa de la muerte fue por negligencia. Tras ser detenida, la madre admitió ante la justicia el cargo de homicidio. La fecha estimada de la sentencia está asignada para el 28 de mayo, aunque podría modificarse.

La Justicia británica decidió iniciar un análisis sobre las falencias en los procesos de asistencia social que no pudieron evitar la muerte de Asiah. El complejo de departamentos donde Kudi vivía junto a su hija estaba custodiado por empleados del grupo de caridad YMCA DownsLink, organización que se dedica a velar por los derechos y el bienestar de los jóvenes que están en una situación vulnerable para que no caigan en la indigencia.

Algunos residentes tienen asignado un asistente social y pueden recibir visitas regularmente. Kudi no tenía supervisión de la organización a pesar de que había abandonado su casa cuando tenía 14 años. Ningún asistente social fue asignado a Asiah.

El grupo YMCA Downslink emitió un comunicado en el que se muestran apenados y afirman que trabajarán con las autoridades para que un episodio así no vuelva a ocurrir.

La familia de Kudi participó de las audiencias judiciales. Su madre apareció se mostró apenada por lo que pasó. “Mi corazón está destruido. Mi hija está desaparecida. Estuvo desaparecida desde la edad de 14 años”, había comentado ante la prensa local Muba Kudi.

La trágica muerte de Asiah encendió las alarmas en el Gobierno y las organizaciones que trabajan por los derechos de los niños y jóvenes. Esperan que a partir de este caso ningún otro niño tenga que morir de la forma en que lo hizo Asiah Kudi.