"Acá ya hubo una condena ejecutada por Audala, haber dejado a Yuliana Neira postrada de por vida en una silla de ruedas. Esto no fue un accidente, Audala tenía la opción de parar en su accionar, la víctima le imploró tres veces que desistiera pero él siguió adelante… le arruinó la vida a esa joven", dijo ayer el fiscal Daniel Galvani en un tramo de su alegato ante el juez Daniel Guillén (Sala II, Cámara Penal), quien finalmente adhirió a su planteo y condenó a Samuel Isaac Audala Ferreyra (26) a 15 años de cárcel por tentativa de homicidio doblemente agravado y tenencia ilegal de un arma de uso civil. Fernando Chávez, abogado de esa joven que estuvo a punto de morir por ese disparo con un revólver calibre 38 que le destrozó la décima vértebra dorsal, había pedido el máximo de la pena por ambos delitos. Todo pasó alrededor de las 21 del 12 de noviembre de 2018 en la casa de los padres de Yuliana, en Rawson. Ayer, en su alegato, la abogada María Noriega había pedido 4 años para su cliente, pues consideró probado que se trató de un accidente y cometió el delito de lesiones graves agravadas. Dijo que reclamará en la Corte.