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Tras la polémica decisión de la Conmebol de ignorar los reclamos de Racing por la mala inclusión de Bruno Zuculini en el partido disputado en el Cilindro, la Academia y River volvieron a verse las caras (0-0 fue la ida) en el Monumental para dirimirse el boleto a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
La tensión que se vivió en el campo de juego se percibió desde el minuto inicial. Las combinaciones ofensivas del dueño de casa expusieron las limitaciones albicelestes y a los 11 minutos Lucas Pratto hizo delirar a los hinchas con el 1 a 0. Si bien los de Eduardo Coudet intentaron reaccionar con la velocidad de Zaracho y la calidad de Centurión, Franco Armani atentó contra los deseos académicos.
A pesar de las ausencias del Pity Martínez, Leonardo Ponzio y el propio Zuculini, Gallardo planteó un esquema muy inteligente amparado en la experiencia de Enzo Pérez y la visión de Juan Fernando Quintero. Como si los protagonistas de Racing no supieran la importancia del encuentro, en un tiro libre a favor nació el segundo tanto de la Banda. La pésima ejecución de Nery Cardozo le permitió al dueño de casa encaminar la clasificación. La diferencia en el ritmo y la intensidad fue el factor determinante para que Exequiel Palacios estirara la diferencia.
Como durante el primer tiempo River fue muy superior a Racing, el Chacho reemplazó a Nery Cardozo por Guillermo Pol Fernández en el entretiempo. El desesperado intento de revertir la pobre producción expuso el pésimo encuentro que disputó el ex Boca. El patrón estaba claro: Racing tenía posesión, pero carecía de ideas y circuito ofensivo. River, en cambio, esperaba con paciencia y lastimaba de contragolpe ante la vulnerable defensa albiceleste. La inteligencia del técnico del Millonario volvió a imponer a su equipo como candidato al título.
La victoria se transformó en goleada después de un tiro de esquina capitalizado por Borré. El 3 a 0 fue una escasa muestra de lo que sucedió en la cancha dado que la producción de River fue aplastante sobre un rival que nunca estuvo a la altura.
La provocación de Enzo Pérez, hacia Ricardo Centurión, con la frase "pisala ahora" generó el caos copero. La reacción del ex Boca, quien intentó golpear al volante con pasado en la Selección, opacó el espectáculo.
El paraguayo Mario Díaz de Vivar expulsó correctamente a ambos, pero los gestos del hombre de Racing al retirarse de la cancha aumentaron los niveles de violencia. Con el recuerdo de los 4 goles del Xeneize en el Superclásico, el atacante se fue escoltado por la Policía y enterró su trayectoria, dado que es muy probable que sus propios hinchas les recriminen su actitud el próximo domingo en Avellaneda.
La roja de Alexis Soto por doble amarilla ni siquiera será una excusa para Coudet. En el cierre de 10 contra 9, el Millonario forjó su chapa de candidato, aunque deberá resolver quién jugará frente a Independiente en la próxima fase. Sin Zuculini, ni Enzo Pérez, Leo Ponzio tendrá su lugar garantizado en la mitad de la cancha.
Claves
Dominio total
River disputó el partido como una auténtica "final" y así lo hizo notar desde el comienzo del encuentro. Esa ímpetu le permitió ponerse arriba muy rápido en el marcador ante Racing.
Opaco
A Racing se lo notó perdido en la cancha. Sin la intensidad que debía tener, le cedió el terreno a River que no lo desaprovechó. Hubo muchas falencias individuales y colectivas.
Contracara
River venía de un rendimiento bajo en la Superliga y modificó esa situación tanto a nivel juego como mental la forma de medirse ante Racing. Esa diferencia fue la base de todo.
"Hay que pedir disculpas"
El entrenador de Racing, Eduardo Coudet, no esquivó la autocrítica luego de la pobre actuación de sus dirigidos ante River. "Me siento muy triste, con una gran desilusión porque pensaba que podíamos llegar mucho más lejos. Siento que hay que pedir disculpas a la gente, al hincha de Racing que esperaba más. Fuimos un equipo demasiado tibio, no estuvimos a la altura de las circunstancias y eso es lo que peor me hace sentir", comentó y agregó "uno contra River puede perder porque se trata de un gran equipo, con mucha experiencia en este tipo de instancias, pero lo que más me afecta es la forma en que perdimos. En ningún momento siento que estuvimos en partido y eso me pega muy fuerte".
Consultado sobre la expulsión de Centurión, Chacho subrayó que "en la cancha por ahí se hace difícil controlar algunas cosas y por ahí es lo que le ocurrió a Ricardo. Igual, uno en este tipo de partidos debe controlarse al máximo para no cometer ningún tipo de error".