El juez Alberto Benito Ortiz tiene en sus manos la decisión de ordenar o no la detención del portero.

 

Un portero de turno mañana de una escuela secundaria de La Bebida, en Rivadavia, quedó en la mira de una investigación penal que lo tiene como principal sospechoso de una situación gravísima: haber violado por lo menos dos veces a una alumna de 14 años en el interior del propio edificio escolar, dijeron fuentes ligadas a la causa.

 

Eso es lo que denunciaron en el ANIVI el último lunes los padres de la jovencita, quienes se habrían enterado de todo por los extraños comportamientos que había mostrado su hija desde hace poco más de un mes. Esa conducta extraña y distinta a la habitual, habría incluido estados de angustia y otros síntomas similares, porque en un momento la propia víctima habría temido estar embarazada, indicaron.

 

Según voceros del caso, un médico que revisó a la niña ya constató que no es virgen. Y ahora se espera que la propia menor dé su relato en el ANIVI ante los psicólogos de esa institución, que recibe denuncias día y noche, y actúa en el acto ante cada hecho.

 

El informe de esos profesionales es clave para las autoridades judiciales que investigan, el fiscal Daniel Galvani y el juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz. Pues de la valoración de los psicólogos y de la propia observación que realizarán, se desprenderá si la niña fabula. O sí, como sostienen sus propios padres, fue víctima de una situación de abuso sexual en el interior de la escuela (al parecer, algunos de esos ultrajes ocurrieron en los baños).

 

Esta última hipótesis complicaría la suerte del portero denunciado, porque de inmediato tendría que ser detenido y le sería difícil quedar libre pues la violación no es un delito excarcelable. En la denuncia se asegura que hubo amenazas de muerte del sujeto hacia la jovencita para que no dijera nada.

 

Además del relato de la niña, los pesquisas también recaban testimonios y otras evidencias que sirvan para establecer si los hechos pudieron ocurrir en un ambiente donde, se supone, hay testigos y no es sencillo llegar a consumarlos.

 

El relato de la niña en el ANIVI decide si el portero va preso. La violación no es excarcelable

 

El preceptor, sigue libre

 

El preceptor Jorge Cruceño seguirá en libertad, pero podría ser indagado por el presunto acoso sexual por redes sociales (grooming) contra una alumna de 15 años del colegio privado Santa María, en Concepción, Capital, donde el lunes de la semana pasada fue atacado a golpes por el padrastro de la jovencita en el mismo establecimiento. El video de esa agresión, que dejó un gran corte en el pómulo izquierdo y otras lesiones en el también profesor de Educación Física, se hizo viral y derivó en una denuncia contra el agresor. El docente, a través de su abogada María Noriega, negó haber cometido delito alguno contra la niña cuyo relato en el ANIVI servirá para determinar la existencia de algún delito y la posible responsabilidad del preceptor, dijeron fuentes judiciales.