
El hombre del paleolítico se dio cuenta de que si sólo subsistía de él, granos, raíces y frutos conseguidos al azar, su vida sería precaria y peligrosa. Supo que si recogía ciertas semillas y las sembraba, el cultivo mejoraba la calidad del vegetal y lo ponía al alcance de su mano. Inventó la agricultura. Pero al mismo tiempo inauguró una época que se singularizó por la destrucción de los bosques a través de los años. Utilizó la madera, lo que ha significado la condena del árbol. La historia del hombre no es más que una lucha contra la naturaleza. Mientras tuvo a su disposición precarios medios, no constituyó peligro ni amenaza. Pero del cazador con arco y flecha a los que manejan medios técnicos superiores, existe un abismo. El hombre es más numeroso y poderoso, por lo tanto frente a la naturaleza, más peligroso. Sin advertirlo o sabiéndolo, se está jugando su propia sobrevivencia. Los problemas respecto al medio ambiente son de gran magnitud, y los biólogos y ecologistas dieron y dan la alarma repetidas veces. La contaminación del aire, del agua, la paulatina y sistemática extinción de la flora y de la fauna son algunos de los serios problemas que afectan la vida humana. En última instancia el hombre está seriamente amenazado. No solamente por su accionar, sino por los constantes cambios que genera nuestro planeta. La vida sobre la tierra es un encadenamiento alimenticio cuyos eslabones se renuevan constantemente, proveyendo sabiamente todos los pasos destinados a la alimentación. En los mares, bajo la acción estimulante del sol proliferan algas pequeñísimas cuya enorme cantidad es la responsable del color verdoso del agua marina. Estas algas son absorbidas por los cardúmenes de sardinas y arenques, que a su vez, sirven de alimento a peces mas grandes, focas, etcétera, que constituyen la presa preferida de los tiburones, atunes y algunas aves marinas. Por su parte, el hombre, con buques factorías, colabora para que la industria del enlatado de pescado tenga materia prima. La corriente de Humboldt, cargada de sales minerales, da vida a un rico plancton que sirve de alimento a cardúmenes de anchoítas. Muchas aves marinas se alimentan de este cardumen gigantesco. Desde hace algunos años la corriente fría da lugar a la cálida, se aleja de las costas y con ella el cardumen fuera del alcance de las aves. Estas mueren por miles y se suspende el "ave intermediario” que antes producía guano. En definitiva: evitar la depredación en todos sus aspectos: contaminación ambiental, deforestación, eliminación sistemática de algunas especies, deben ser elementos necesarios para conseguir un futuro en el cual el hombre no será vencido. De seguir el ritmo actual, el ser humano será esclavo de un planeta moribundo.
Por Carlos R. Buscemi
Escritor
