Nueve personas fueron detenidas este jueves en la ciudad de Rosario con drogas, dinero y armas en 11 allanamientos realizados por la Policía Federal Argentina (PFA) en una causa por comercio de estupefacientes que tiene como líder al detenido fundador de la narcobanda “Los Monos”, Ariel “Viejo” Cantero, y a dos de sus hijos que también están presos.
Los procedimientos, ordenados por el juzgado federal 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, apuntan a desarticular una banda “regenteada” desde el pabellón de alto perfil de la cárcel santafesina de Piñero por el “Viejo” Cantero, informaron fuentes judiciales y policiales.
También fueron requisadas las celdas de dos de sus hijos que están alojados en la misma unidad penitenciaria, Ariel “Chanchón” y Alexis “Tartita” Cantero, indicaron las fuentes. Además, la PFA allanó en la cárcel de Coronda el pabellón donde se encuentra detenido “un colaborador del clan Cantero” identificado como “Willy” Bustamente, indicaron voceros de la fuerza de seguridad federal.
La investigación muestra que parte del clan Cantero sigue activo en el mercado ilegal de la venta de drogas al menudeo en Rosario y la zona, a pesar de estar condenados y detenidos. Como resultado de los 11 allanamientos, la policía detuvo a nueve personas –seis varones y tres mujeres-, entre las que se encuentra otra hija del “Viejo”, llamada Bárbara Cantero. A ellos se suman las cuatro personas que están presas, añadieron las fuentes.
Según fuentes del caso, la investigación que desembocó en los procedimientos de hoy se inició en marzo pasado como desprendimiento de otra causa. Los pesquisas pudieron establecer la existencia de un vendedor de cocaína que abastecía a diferentes puntos de venta en los barrios Triangulo y Moderno, Villa Banana e Hipotecario, todos de Rosario.
La división antidrogas de la delegación Rosario de la PFA profundizó la investigación "con observaciones, seguimientos y filmaciones, determinándose la existencia de una aceitada organización narcocriminal dedicada a la venta de estupefacientes en Rosario y Cañada de Gómez", indicó la fuerza de seguridad.
De acuerdo a la investigación, se pudo establecer que "todos y cada uno de los vendedores y cobradores de la recaudación por la venta de las drogas, respondían directamente y seguían expresas directivas" del "Viejo" Cantero, que daba las órdenes desde la cárcel "a diario".
En ese entramado aparece una de sus hijas, Bárbara Yamila Cantero, quien según los investigadores regenteaba y recaudaba las ganancias de los puntos de venta de drogas "habilitados" por el "Viejo" en la zona sudoeste de Rosario, donde hoy fue detenida.
La PFA informó que secuestraron 1.500 dosis de estupefacientes fraccionadas para la venta, $98.000, un automóvil, municiones calibre 9 milímetros, balanzas digitales y cinco celulares presuntamente utilizados por los miembros de la banda que están en libertad para el narcomenudeo.
El material quedó a resguardo de la fiscal Adriana Saccone, quien dirige la investigación, consignaron a esta agencia fuentes judiciales. También fueron secuestrados cuadernos “con anotaciones encriptadas que se hallaban en poder los reclusos”, informó la PFA.
De acuerdo a la investigación, el “Viejo” Cantero y dos de sus hijos regenteaban una banda de narcomenudeo en sus lugares detención, desde donde daban las órdenes que eran ejecutadas por un grupo de personas en libertad.
La detención del líder de Los Monos
Ariel “Viejo” Cantero, primer jefe de la violenta narcobanda rosarina “Los Monos” que luego continuaron sus hijos mayores, fue arrestado en mayo pasado y luego imputado junto a otras 23 personas por los delitos asociación ilícita, extorsión y balaceras. Por esa causa la jueza Valeria Pedrana le dictó prisión preventiva por dos años.
“El Ariel”, como lo conocen en el universo criminal rosarino, había cumplido una condena a seis años de prisión por asociación ilícita como parte de la banda que orientaba su hijo homónimo, apodado “Guille”, y a mediados de 2020 quedó en libertad.
A principios de siglo fue condenado en Corrientes en una causa por transporte de marihuana, y ahora volvió a quedar involucrado en una investigación por drogas.
Uno de sus muchos hijos, “Chanchón”, cumple una condena a 14 años de prisión en la cárcel de Piñero por el crimen del policía Cristian Ibarra, ocurrido en julio de 2019 en una trama narco de la que participaba el efectivo.
Su hermano apodado “Tatita”, otro de los involucrados en esta causa por drogas, cumple en la misma prisión una condena a 18 años por el asesinato de una chica llamada Débora Natalí Fernández, ocurrido en marzo de 2020.