Parecía una broma de trasnochados en las redes sociales, pero fue realidad la llamada primera convención nacional de "terraplanistas", realizada el 2 de este mes en la ciudad bonaerense de Colón, una reunión de personas que sostienen argumentos de conspiración contra los hechos más significativos de la civilización. Esta gente, como ocurre también en otros países, afirma que la tierra no es redonda sino plana.
Es un absurdo mediático que este movimiento ocupe espacios en el periodismo serio del siglo XXI pero la creencia ha crecido en las redes sociales, principalmente en Youtube, y tiene apoyo en algunos famosos del arte, el deporte y figuras de la farándula, a pesar de que sus argumentos son fáciles de rebatir. Este movimiento más bien cuestiona los valores y la ética científica, lo que sí es preocupante.
El terraplanismo es una creencia, ni siquiera es una teoría, porque de ser así debería sostenerse con observaciones y experimentos tal como se desarrolla cualquier innovación o enseñanza bien fundamentada. Es más, los académicos de todos los tiempos, en particular los medievales, siempre aceptaron que la tierra era redonda como lo expresaron los antiguos griegos.
Sin embargo, la idea de que los hombres instruidos en el tiempo de Cristóbal Colón creyeran que la tierra era plana como lo sugerían los artistas medievales, fue el mayor obstáculo del marino genovés para convencer a los reyes de España de que su proyecto era viable, precisamente por una navegación que buscaría nuevas rutas a través de las antípodas. A partir del avance conquistador de la Edad Media no quedaron dudas de la tierra redonda en que habitamos y los primeros mapamundis colonizadores así lo demuestran.
El disparate actual del terraplanismo nació en la década del 50′ con la Flat Earth Society que afirma que la NASA y las agencias espaciales en general mienten con imágenes "trucadas" de la tierra redonda. Niega los experimentos espaciales y hasta dice que la gravedad no existe, pero nunca ni siquiera ha insinuado lanzar algún argumento que intente sostener las mentiras.
Los científicos y en particular los astrónomos coinciden en que el terraplanismo es una de las creencias más bizarras y que la existencia deberían explicarlas los psicólogos y psiquiatras. Pero en esta era de las comunicaciones y la formidable herramienta que es Internet en manos de la educación y la cultura, la confusión que crea la creencia insólita de desubicados aporta un desconcierto a los alumnos y pone en duda lo que leen en sus libros o escuchan en clase.
