La vida de un artista siempre es agitada y pocas veces, los cantantes de las bandas se permiten quedarse unos días a descansar en las provincias que visitan. Ese lujo se dio Eli Suárez, cantante de "Gardelitos", que después de llenar el Estadio Aldo Cantoni brindando un show único para los amantes del rock and roll, se instaló una semana en San Juan y aprovechó para recorrer los principales sitios turísticos, visitar las canchas de los equipos más importantes y además hasta darse el gusto de comer los platos típicos de la provincia: desde semita hasta punta de espalda.
"Fue la primera vez que Eli se queda por tantos días en San Juan, aprovechamos para que conozca los lugares que nos identifican a los sanjuaninos y recibió mucho cariño de los sanjuaninos, quedó enamorado de la ciudad", comentó Roberto Di Luciano, el prepulsor para que el cantante de rock se quedara una semana en San Juan y quien también ofició de guía turístico.

Después de convocar unas 10 mil personas en el mítico Cantoni, Eli Suárez visitó la Difunta Correa para después viajar a San Agustín de Valle Fértil. Pararon en Astica y luego de sacarse fotos con los fanáticos de Gardelitos en San Agustín, llegaron al Parque Ischigualasto donde Suárez aprovechó para sacarse fotos y llevarse el recuerdo con las figuras icónicas del Valle de la Luna. El viaje continuó rumbo al Norte con destino a Jáchal. Viajando por la moderna Ruta 150, Eli aprovechó para postear una foto con la canción "Vallecito de Huaco", una letra con sobrada historia detrás.
La voz de la banda nacida en 1996 en el Bajo Flores, continuó su viaje por Jáchal donde almorzaron, visitaron Huaco, se sacó fotos con el monumento a Buenaventura Luna para luego trasladarse hasta Cuesta del Viento, en Rodeo. "Terminó fascinado y no solo por los paisajes, sino también por el afecto que la gente le demostró por cada lugar que fuimos", agregó el reconocido conductor radial. Barreal fue otro de los destinos elegidos y esa localidad calingastina también albergó al músico.

Pero también hubo tiempo para degustar las comidas típicas de la provincia. Además de comer el corte por excelencia de los sanjuaninos como la punta de espalda, no podía irse de San Juan sin probar las "pachatas" en un restó del departamento de Zonda que casualmente se llama "Gardel". Además, llegó hasta la casa de una fanática en el barrio Hualilán en Rawson donde pudo probar las semitas y para cerrar su tour por la provincia debía recorrer los estadios de fútbol. La cancha de San Martín y Desamparados fueron algunas de las que visitó el cantante que de esta manera, se dio el lujo que pocos artistas pueden darse: conocer los paisajes de la provincia pero sobre todo, recibir la calidez de los sanjuaninos.

