No hay consuelo posible para las familias de Ailén Páez (11) y Julieta Farías (11), las amiguitas que el viernes en la noche un automovilista ebrio las mató cuando circulaba por calle Mendoza, entre 13 y 14, con su vehículo, se dio a la fuga y se entregó 7 horas después, con más del doble de alcohol en sangre.

La bronca fue total. No sólo por tratarse de dos vidas que se perdieron, sino por la imprudencia de conducir en ese estado y no reparar en las precauciones mínimas para evitar una tragedia.

Luego de lo que fue el fin de semana, donde ambas familias velaron y sepultaron los cuerpos de las pequeñas, este lunes se convocó a una marcha y contó con un masivo apoyo de los vecinos del barrio Cruce de los Andes, y de otras zonas aledañas.


 

La convocatoria fue encabezada por las madres de las nenas. Empezó en calle Aberastain y rodeó la plaza hasta detenerse en la Comisaría 7ma, donde pidieron a gritos sacar a Sergio Eduardo Arenas (30), el sujeto que estuvo al volante cuando mataron a las menores; "queremos verle la cara hace ese hijo de p….".