Lo hermoso que nos queda del querido Pico Varas y su fecunda y larga vida. Falleció el 24 de octubre de 2021. El 3 de abril próximo cumpliría 100 años. Se fue su cuerpo, pero no su alma. Su mejor y más valiosa herencia… Su ejemplo de alma buena, que andará revoloteando el cielo en algún húmedo surco tamberiano bajo sombras de manzanares y nogales sembrados en las nubes. Su contagiosa risa alocada que alegraba hasta las raíces de sus árboles tan cuidados con sus fecundas manos laboriosas.
Cuando no, dirigir la orquesta de tenedores y cuchillos con condimentos para sinfónicos manjares de ollas rebosantes de poesía culinaria. Era un lujo escucharlo contar cuentos y anécdotas del campo con su gracia y picardía innata. ¡Cómo nos contagiaba su alegría de vivir! Su sana carcajada inteligente y contaminante. ¡Nos reíamos con toda la panza, pero también con la cabeza y el corazón! Su amor por la vida, por la gente, por su familia, su esposa, sus hijas, sus nietas maravillosas que albergó en sus casitas de madera sobre sauces de amor eterno e inalcanzable. Casi mi segundo padre, siempre presente, dignificando la sana amistad, junto a mi querido padre "Pocholo" Amín, el tan apreciado Negro Lépez y el ilustrado Negro Chiquito Escudero. Andarán otra vez los cuatro allá arriba, compartiendo una mesa, una copa y el eterno placer y alegría de la sana hermandad, la poesía y el afecto sincero que se siente por los amigos del alma. Los hermanos que nos da la vida…. También nos deja una inmensa pena con su partida.
