Lo que dice la canción Por Nacer, "Vuelvo a nacer en un rock and roll", es un fiel reflejo de lo que el rock representa para estos músicos: un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que sólo la música, o el arte en general, siempre otorgan. Elio Rodrigo Delgado (guitarra), Maximiliano Djerfy (guitarra) y Juan Alberto Carbone (saxo), emprendieron un camino propio al fundar Nuestra Raza, luego de haber vivido la tragedia de Cromañón, los juicios y sus respectivas condenas como Callejeros. Desde su creación en 2014 hasta la fecha, este nuevo proyecto quedó afianzado con trabajo interno y ahora la banda esgrime su primer disco publicado en 2020, "Voces" y aguarda por un nuevo volumen en poco tiempo. En 2015 y en 2018, fueron recibidos con mucho cariño por parte de los sanjuaninos, con quienes volverán a reencontrarse en un show electroacústico como parte de su gira por Cuyo. Las citas serán el 9 y 10 de febrero en Berlina (ver DATO). DIARIO DE CUYO habló con Elio, el guitarrista.

– ¿Qué momento anímico y artístico transita el grupo?

– Estamos atravesando una situación interna bastante productiva. En toda la pandemia nos pusimos a componer y producir nuevas canciones. Sacamos en un streaming el 17 de octubre pasado, Un viejo White Horse, que puede escucharse por Youtube y Spotify. Como músicos tratamos siempre de generar nuevas obras y es lo que necesitamos para mantener esta estructura de banda que, como cualquier otra, debe estar activa en la sala de grabación, en el escenario y en las redes. Y con volver al vivo nos pone contentos.

– ¿Quieren despegarse y tener vuelo propio, más allá que su esencia es Callejeros?

– Pienso que sí, porque también, somos lo que somos. Nuestra banda hace lo mismo que Don Osvaldo. Tenemos temas nuevos de este primer disco Voces y ya vamos por el segundo para publicar, pero se mantiene la esencia de Callejeros intacta en nosotros. Despegarse será algo obvio y natural, ya que nosotros tres (Elio, Maxi y Juancho) no tenemos la voz de Pato Fontanet y ahí cambia un poco la cosa, aunque la musicalidad la seguimos teniendo.

– ¿Hay lazos que los unen o están totalmente rotos?

– Somos bandas muy diferentes, vamos por caminos totalmente distantes uno de otro. En cuanto a los lazos, no quedó ninguno, de ninguno de los dos lados.

– ¿Todavía hay heridas que no terminan de cerrar?

– A esta altura de la vida, después de haber vivido todo lo que pasó, creo que está todo superado por parte nuestra. Cada uno de nosotros puede dormir tranquilo. 

– ¿Cómo los fue sanando la música?

– Fue generosa, la música nos sacó toda la mier… que teníamos dentro nuestro cuando estábamos en la cárcel. A todos en el mundo les debe pasar algo parecido. A uno le hace bien escribir, componer, crear nueva melodía y poder expresar en una canción lo que nos pasa. Por eso digo que la música nos salvó. 

– ¿Cómo ves la escena actual del rock nacional? ¿Te gusta algo de lo nuevo que suena?

– Lo veo muy frenado. Hay bastantes bandas, pero veo muchos tributos circulando. Para mí, después de Callejeros, el rock murió. 

– ¿Por qué?

– Porque éramos de las últimas bandas que dejaron huella y terminó separándose como fue con Los Redondos, Los Piojos, Viejas Locas, aunque la única banda grande que sigue vigente es La Renga. Creo que todo quedó allí. Hasta hoy no he escuchado algo de lo nuevo que me conmueva. Yo sigo mucho el rock del año 2000 pero desde ahí todo lo demás para atrás. Los Abuelos de la Nada, Riff… por ejemplo. Con lo nuevo que suena, no lo comprendo y no me gusta mucho.

– ¿Es muy difícil que se repita otra explosión masiva como lo provocó Callejeros?

– No lo sé. Creo que tampoco nadie lo sabrá. Si llegase a salir alguien o una banda muy buena que de la nada la pegue, ojalá eso pase, porque veo todo muy estancado.

– ¿Qué hubiese sido de Callejeros si no hubiera ocurrido lo de Cromañón? 

– Eso nunca lo sabré, pero sí era real que la banda iba a dar un gran salto de cualquier manera. Callejeros iba a llegar a un nivel quedando muy cerca de Los Redondos, pero claro, nadie los puede superar, en cuanto a letras, canciones y en lo cultural, no habrá nada igual que Los Redondos. 

 – ¿Ha quedado sólo la nostalgia de una época perdida?

– La verdad que no, los malos y buenos recuerdos quedan para siempre en uno. Lo mejor, para el público, las canciones. Eso sí será eterno. Así es la música, dura para siempre.

DATO

Nuestra Raza. Show electro-acústico en Berlina (Libertador 1513 oeste) el martes 9 y miércoles 10 de febrero a las 22hs. Entradas: $600 c/reserva; $700 en puerta. Capacidad limitada.