A partir de marzo del año pasado y en buena medida por los efectos desastrosos de la pandemia, que afectó con fuerza las ventas, habían cerrado sus puertas cuatro pesos pesados del comercio sanjuanino que tenían una característica común: vendían electrodomésticos. Fueron Falabella, Ribeiro, Compumundo y el último fue Garbarino. Pero en los últimos seis meses hay un renacer de la actividad con la apertura de tres locales. En marzo fue Cetrogar en la peatonal Rivadavia, en julio fue el turno de Nuevas Hogar en el Paseo Libertad y hoy abrirá la atención al público Megatone.net, en la calle Tucumán.

Entre las razones del fenómeno se encuentran la intención de ocupar el espacio que dejaron los jugadores que se fueron de San Juan y por supuesto que la provincia aparece como una plaza atractiva porque tiene un historial de buenas ventas en lo que a electrodomésticos se refiere. Además, un gerente de una de las cadenas locales mencionó que también hay una nueva mirada hacia el interior y por eso varios comercios con larga tradición en el sector han salido a abrir puntos de venta en el país.

"Sin duda que San Juan es una gran provincia, con mucho potencial en el rubro, sin olvidar la necesidad de ocupar el lugar de las grandes cadenas que se fueron", dijo Santiago Ambrossio, responsable de marketing de Megatone.net. El retail con presencia en todo el país continúa sumando puntos de venta ya que en el transcurso de este año inauguró nuevos locales comerciales en Sáenz Peña, Eldorado, Paraná, Rosario, Mendoza y Capital Federal (barrio Belgrano). Y ahora es el turno de San Juan con un amplio local de 650 m2 y que ofrecerá toda una semana de descuentos de hasta el 35% en toda la línea de televisores, notebooks, celulares, aires acondicionado, cocinas y lavarropas. Además, tendrá disponibles préstamos de dinero de hasta $250.000, la posibilidad del pago de impuestos y servicios y el envío de dinero a una red en más de 180 países.

Otra de las explicaciones del porqué del desembarco de nuevas cadenas en San Juan la dio un gerente del sector, quien señaló que muchas tiendas de electro están saliendo de Buenos Aires, donde tenían concentrada su actividad, buscando abrir en el interior nuevas bocas de expendio. Y aprovechando que varios de los grandes jugadores dejaron el mercado al no poder subsistir a las caídas de venta por la pandemia. Como en el caso de Garbarino, por ejemplo (ver aparte).

La primera cadena en abrir sus puertas en marzo de este año fue Cetrogar, líder en artículos del hogar y tecnología del país. Fue su sucursal número 96 en plena Peatonal Rivadavia 183 (Este), uno de los polos más estratégicos de la Capital y con una superficie de aproximadamente 450 m2.

Cetrogar es una de las tres empresas líderes del mercado retail en la Argentina con más de 40 años de trayectoria. Fue fundada en 1980 y cuenta con un gran números de sucursales distribuidas en 15 provincias del país y una plataforma de e-commerce con cobertura nacional.

Después, en julio, fue el turno de la casa de electro Nuevas Hogar, que ocupó el local que Garbarino tenía en uno de los ingresos del Paseo Libertad. Se trata de una empresa que se dedica a la venta de muebles y artículos para el hogar desde hace más de 80 años. Nació en 1931 de la mano de un inmigrante polaco que comenzó vendiendo en su domicilio y luego abrió la primera sucursal en Carmen de Areco, en Buenos Aires. Desde entonces ha ido abriendo sucursales hasta llegar a las 47 que tiene actualmente en diversas provincias del país.

 

> Las compañías que se fueron

La primera en cerrar sus puertas fue Falabella, que si bien se dedicaba principalmente a la venta de indumentaria, era uno de los más elegidos por los sanjuaninos a la hora de comprar electro y productos del hogar. El comercio se despidió definitivamente de San Juan el 27 de marzo del año pasado. Y después de haber puesto en marcha una larga liquidación. La casa de origen chileno ya había bajado la persiana en otras provincias como Córdoba y Mendoza.

Había incluido un plan de retiro voluntario para sus empleados, que en San Juan eran alrededor de 90.

Pocos días después puso fin a las ventas la casa de electro Ribeiro, que daba trabajo a 31 sanjuaninos. La firma dejó su enorme local de calle Libertador y Tucumán que meses después fue ocupado por la tienda de ropa Castellanas. Los empleados siguieron cobrando parte de su sueldo hasta que todo se disolvió por lo que debieron iniciar un proceso legal en la Subsecretaría de Trabajo.

El 10 de abril bajó sus persianas Compumundo (perteneciente al mismo grupo que es dueño de Garbarino), que se ubicaba también la Peatonal Rivadavia casi General Acha. En el local trabajaban 7 personas.

La última cadena en irse fue el cierre de la sucursal de la Peatonal de Garbarino, después de un año de alquiler del edificio impago.