El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación destinará $500 millones para asistir a unos 4.000 viticultores familiares de hasta 10 hectáreas que hayan sufrido pérdidas por contingencias climáticas, informó hoy la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
El dinero será administrado por la Coviar a través de los Centros de Desarrollo Vitícola (CDV) en alianza con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a nivel país, mientras que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) será el encargado de controlar la superficie de los viñedos afectados.
Con la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, el presidente del INV, Martín Hinojosa, y el presidente de la Coviar, Mario González, se realizó hoy en la Enoteca de Mendoza la firma del convenio de cooperación para la entrega de aportes no reembolsables.
Los productores beneficiados deberán trabajar bajo una estructura familiar en Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Negro y Neuquén; y que hayan sufrido pérdidas por contingencias climáticas y se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
La ayuda se entregará como Aportes No Reembolsables (ANR) de entre $80 mil y $160 mil, dependiendo del daño sufrido y la cantidad de hectáreas afectadas.
El dinero deberá ser destinado a cubrir el costo de las tareas de poda y fertilización, asegurando su cumplimiento mediante la asistencia técnica y el seguimiento de los técnicos de la Coviar y el INTA, a través de los CDV de las distintas zonas vitivinícolas del país.
Para un productor que llegue al monto máximo de $160 mil de beneficio, este aporte le permitirá solventar los gastos de cinco hectáreas de su viñedo, logrando de esta forma recomponer su estructura productiva afectada por las contingencias climáticas sufridas, estimó la entidad público-privada.
“Queremos llegar directamente al pequeño productor y nos proponemos seguir trabajando con Coviar para llevar asistencia y apoyo a todos los viticultores; porque si un productor abandona la actividad, Argentina pierde capacidad productiva”, afirmó Tolosa Paz.
Según Tolosa Paz, “el desarrollo social es aquel que potencia la generación de trabajo y que fortalece las capacidades de nuestra comunidad productiva".
"Queremos que la vitivinicultura argentina no se detenga porque es fundamental en la generación de riqueza y de divisas, y además fomenta el empleo y el arraigo en muchas provincias del país”, completó la ministra.
“Para el sector primario, que ha sufrido mucho este año las duras heladas y el granizo, esta ayuda es un aliciente muy importante”, agregó González, quien destacó el rol estratégico que tendrán los CDV.
Por su parte, Hinojosa afirmó: “La realidad de la cosecha 2023 nos compromete, hoy más que nunca, a estar cerca y acompañando a todos los productores argentinos. Los productores son el motor del desarrollo económico”.
Frente a las contingencias climáticas es que muchos productores se vieron fuertemente afectados, colocándolos en condición de vulnerabilidad al restringirse sus ingresos. Por ello, completó Hinojosa, "entendemos la importancia de generar acciones conjuntas para los pequeños productores".