Autoridades de la Corte de Justicia entregaron este martes casi 1.398 armas provenientes de hechos ilícitos a representantes de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) para su destrucción.
El dinero que se obtenga por la venta del metal prensado y fundido se destinará a la Fundación del Hospital Garrahan para ayudar a niños internados en ese centro de salud. Se trata de 1.398 armas de distinto tipo que permanecían en dependencias judiciales, luego de ser decomisadas por haber sido utilizadas en la comisión de delitos.
Es la primera vez que el Poder Judicial interviene en la recopilación de armas, mediante un proceso que implicó un exhaustivo relevamiento en los juzgados de la provincia, numeración y trazabilidad del material secuestrado.
En el citado proceso se contó con la colaboración de la Policía de San Juan y la ANMaC y representa un avance en la lucha contra el delito.
La medida contribuye igualmente a reducir la circulación de armas de fuego en nuestra sociedad. En el acto de entrega de las armas, se exhibieron 300 piezas del material incautado, 100 largas y 200 cortas, entre ellas automáticas y semiautomáticas, escopetas de repetición y material de elaboración casera, conocido popularmente como "tumberas".
Los presentes en el acto también tuvieron ocasión de observar una prensa hidráulica de 15 toneladas que se empleará para inutilizar las armas.
Otro aspecto loable de la iniciativa será el beneficio que llegará a los menores que son asistidos en el hospital Garrahan, producto de la venta del metal acopiado.
En uso de la palabra, el delegado en la provincia de la ANMaC explicó que la institución tiene la competencia exclusiva en lo que tiene que ver con las armas en la Argentina.
Sarmiento Porres agregó que hace algún tiempo que se trabaja conjuntamente con el Poder Judicial y el Ministerio de Gobierno en la implementación de políticas públicas, como la recopilación de armas para sacarlas de circulación e impedir que sean empleadas en todo tipo de delito.
En ese marco se activó el protocolo que tiene la ANMaC y se comenzó a buscar en los distintos depósitos judiciales armas que estuvieran resguardadas, aunque con algún factor de vulnerabilidad y se inventariaron y etiquetaron para su entrega por parte de la Corte de Justicia a la agencia.
