El empresario colombiano Alex Saab, señalado como principal testaferro de Nicolás Maduro y hombre clave en los negocios del contrabando de oro y de las cajas de comida CLAP, fue detenido ayer en Cabo Verde, según informó el diario El Tiempo de Bogotá.
Sus abogados confirmaron la captura a la agencia AP mientras medios locales mencionan que Estados Unidos pretende extraditarlo de forma inmediata.
La aeronave privada en la que viajaba Saab, con matrícula venezolana, despegó de Caracas ayer e hizo escala en Cabo Verde, un archipiélago en África, para cargar combustible. Fuentes extraoficiales confirmaron al diario colombiano que el aparato cubría la ruta Rusia-Irán.
La detención se produce solo tres días después de que las autoridades colombianas confiscaran parte de sus propiedades. Medios locales aseguran que Estados Unidos pretende realizar la extradición del empresario de Barranquilla, quien figura en la lista negra del Departamento del Tesoro y está sancionado por el gobierno de Washington.
Hombre clave
La presidencia de Nicolás Maduro desde 2013 no se explica sin la presencia del empresario colombiano, que aparece en buena parte de los negocios sucios de la revolución bolivariana y que también promovió el último asalto chavista al Parlamento en manos de la oposición. El grupo de diputados opositores que maniobraron con el chavismo para hacerse con la presidencia fraudulenta de la Asamblea Nacional viajaron varias veces a Europa en 2019 para defender los intereses del hombre de negocios. Luis Parra no es reconocido como jefe legislativo en el mundo, salvo por Cuba y Rusia.
La fiscal rebelde Luisa Ortega, exiliada en Bogotá, encabezó la primera acusación contra Saab en 2017, calificándole como principal testaferro del "presidente pueblo". La administración de Donald Trump también lo acusa de ser testaferro presidencial.
"El alcance de la detención es infinito", subrayó Iván Simonovis, comisionado especial de Seguridad de la presidencia interina de Venezuela y uno de los principales nexos de Juan Guaidó con Washington. "Queda claro que los organismos de inteligencia están siendo efectivos. En el radar están, dentro y fuera de Venezuela, socios, testaferros y amigos de quienes hacen vida criminal con el régimen", remachó el antiguo preso político, ahora exiliado en Estados Unidos.
Entre las acusaciones que penden contra el íntimo amigo de Maduro destaca el lavado de 350 millones de dólares a través del sistema de control de cambios de la revolución. El Departamento del Tesoro también lo responsabilizó por el gigantesco mecanismo de corrupción puesto en marcha con las cajas CLAP de comida subvencionada, la versión bolivariana de la libreta cubana de racionamiento.
Sus tentáculos, empresas y negocios también se han extendido para facilitar las últimas operaciones revolucionarias que buscan evadir las sanciones de Estados Unidos, desde el contrabando de oro hasta el negocio del petróleo con Irán.
Las aventuras millonarias de Saab, de origen libanés, fueron marcadas de cerca y denunciadas por el portal informativo armando.info, lo que costó la persecución y el exilio de los periodistas Ewald Scharfenberg, Roberto Deniz, Alfredo Meza y Joseph Poliszuk. El equipo de reporteros no se arredró ante las amenazas del todopoderoso empresario y de sus amigos políticos, sacando a la luz cómo revendían comida mexicana al chavismo a través de una sociedad registrada en Hong Kong, contratada más tarde por Maduro para comprar medicinas a la India.
El vínculo es tan estrecho entre el poder presidencial y el empresario barranquillero que Maduro impuso en 2018 al frente del Ministerio de Desarrollo Minero y Ecológico a un empleado de Saab y de su socio Alvaro Pulido. Se trataba de Adrián Perdomo, quien desde ese momento se puso al frente de la exportaciones y del contrabando de oro con dirección a Turquía. A todos ellos los incluyó el Departamento del Tesoro de EEUU en sus sanciones.
Saab también se benefició de contratos petroleros, de las subastas de dólares y de un millonario plan para la instalación de gimnasios verticales.
"Mi rechazo es enfático ante esta persecución", se defendió Saab tras conocer las sanciones decretadas contra él y cuando ya era perseguido tanto en Estados Unidos como en Colombia. "El único objetivo de EEUU es asfixiar al gobierno venezolano y creen que atropellando empresarios lograrán su cometido. Confío en que la verdad de toda esta infamia termine triunfando un día", añadió.