El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, fue detenido y alojado en una cárcel del norte de Quito, luego que la Justicia lo acusara de recibir de manera ilegal dinero de la constructora Odebrecht, un caso que puso de cabeza a los gobiernos de Brasil, Perú, Panamá y muchos otros a los largo de Latinoamérica, y que también tiene su correlato en Argentina.
"No sé cuándo podré volverme (sic) a dirigir a ustedes. Estoy a pocos minutos de entregarme a la Justicia. A los militantes les mando un abrazo revolucionario. No desmayen, peleen por su revolución", señaló Glas en un video que publicó en las redes minutos antes de entregarse, en Guayaquil.
Según el informe de EEUU, en Ecuador, Odebrecht pagó sobornos por más de 35,5 millones de dólares.
De 48 años, Glas fue llevado desde esa ciudad costera en avión a Quito -en un vuelo 50 minutos-, acompañado por su tío Ricardo Rivera, sospechoso del mismo delito, y trasladado al penal de El Condado, donde un grupo de seguidores con banderas de la oficialista Alianza País lo defendieron con cantos y consignas.
Glas, que insiste en negar cualquier relación con la red de sobornos de la constructora brasileña en Ecuador, se entregó a partir de que un juez de la Corte Nacional de Justicia dispusiera su detención de forma cautelar. En el video, Glas prometió luchar desde donde esté "por la verdad y por la justicia, que es la verdad y la justicia de todo un pueblo, de todo el pueblo ecuatoriano", y reiteró que acataba con "protesta" una resolución del sistema de justicia que considera "inconstitucional" e "ilegal", porque es fruto de "un proceso lleno de fallas".
La decisión de encarcelar al vice fue el resultado de nuevas pruebas presentadas a la corte por la Fiscalía General, que obtuvo recientemente nueva información de EEUU sobre el caso Odebrecht.
sa nueva información abre la posibilidad a que tanto Glas como su tío Rivera sean acusados de dos nuevos delitos, entre ellos el de cohecho. Bastante más tarde, el abogado de Glas, Eduardo Franco Loor, anunció que apelará la prisión preventiva dictada contra el funcionario, a quien visitó en la cárcel.
En diciembre pasado, el Departamento de Justicia estadounidense informó que la constructora Odebrecht había pagado 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América latina y África.