No sólo había estallado el escándalo por la médica reumatóloga contagiada de coronavirus que violó los protocolos sanitarios al tener contacto con un familiar infectado, sino que anoche trascendió otro capítulo bochornoso. La profesional habría actuado en complicidad con una colega y el encargado de los vuelos sanitarios de la provincia para traer, justamente, a su hermano, el paciente del tercer caso de Covid-19, a espaldas de las autoridades. La cadena de favores entre los tres implicados no fue lo único, ya que las médicas habrían tratado que se evitara el período de cuarentena para el transportista de 42 años, régimen que deben cumplir todos los que ingresan a San Juan.

Por todo ello, el fiscal Correccional Roberto Mallea le solicitó al juez Alberto Caballero que amplíe la investigación contra la profesional contagiada (que se encuentra internada), la infectóloga identificada como Rosa Contreras y el coordinador de vuelos Carlos Javier Porras. Además, pidió la detención de los dos últimos, orden que se llevo a cabo esta medianoche. Sin embargo, horas más tarde regresaron a sus domicilios hasta ser requeridos por el juez. 

Según fuentes calificadas, el representante del Ministerio Público recibió, de manera anónima, audios que revelan las comunicaciones entre la reumatóloga y Contreras, médica del Hospital Marcial Quiroga. Como esta última conoce y tendría trato fluido con Porras, lo habría convencido para meter en el vuelo sanitario al hermano de la médica contagiada. El fiscal señaló que se "materializó una disposición ilegal" y "un uso no permitido del avión", ya que todo se habría hecho "por el concierto ilegal de voluntades" de los tres involucrados, a espaldas de las máximas autoridades.

En otras palabras, el traslado del paciente obedecería a un favor que Contreras le hizo a la profesional, basándose en la influencia que podía ejercer hacia Porras, quien cumple funciones de coordinador del avión sanitario, destacaron las fuentes.

De acuerdo a lo trascendido, Contreras le dice a su colega "ahí hablé con el Javier Porras, dice de traerlo, no hay problemas, que él ya tiene planeado traerlo el lunes. Lo que necesita, para tranquilidad del 107 y no sé qué cuanto, que cuando venga acá no quede en aislamiento". En base a esas constancias, para el fiscal Mallea quedó claro que los involucrados trataron de evitar que el transportista cumpla con la cuarentena obligatoria para todo aquel que ingrese a la provincia. En otro tramo de la comunicación, la infectóloga le señala a su colega que cuando llegue para la internación "no venga a aislamiento" y que "de última, lo traés y le harán un hisopado acá y se quedan todos más tranquilos. Pero es una barbaridad de hisopados, lo van a dejar sin cerebro de tanto meterles hisopos. Cuatro hisopados ya". La referencia se debe a que al transportista le hicieron tres test de Covid-19 en un hospital de Buenos Aires, los cuales dieron negativos. El que sí dio positivo fue el que le hicieron en el Hospital Rawson.

En otras de las comunicaciones, Contreras manifiesta que "se hacen tantos (hisopados) al pedo al personal asintomático, no le vas hacer a un paciente cuando llegue y así se quedan tranquilos. Acá en dos días lo tenés. Ya está, no fue el Covid. Y está la historia clínica y está todo".

En otro audio, en referencia a las gestiones con Porras para conseguir el traslado, la infectóloga le dice a su colega que "me hacés empanadas tres meses seguidos si lo convenzo".

Así, el fiscal Mallea solicitó que la médica, Contreras y Porras sean investigados por la violación de las medidas sanitarias para impedir la propagación de una pandemia e incumplimiento de sus deberes de funcionarios públicos. La reumatóloga ya había sido denunciada por violar los protocolos sanitarios.

Eximición de prisión

El fiscal de la causa, Roberto Mallea, rechazó el pedido de eximición de prisión que había solicitado la defensa de la médica. La decisión le fue comunicada al juez Alberto Caballero, pero hasta ayer no había trascendido si el magistrado dictó o no una resolución.

Testimoniales

De acuerdo a lo que confirmaron fuentes oficiales, el titular del Primer Juzgado Correccional comenzó con las declaraciones testimoniales por la denuncia contra la médica infectada. El primero en dar su versión de los hechos fue Cristian Moreno, jefe a cargo de Clínica Médica del Hospital Rawson.