Diana Krall apela a la calmaDiana Krall es una hermosa y talentosísima artista canadiense, cantante y pianista de jazz, casada con otro talentosísimo, Elvis Costello. A sus 52 años Diana nos entrega “Turn Up The Quiet”, su decimotercer álbum de estudio.
Krall pasó la mayor parte de la década del 2010 explorando los caminos del cancionero norteamericano, su disco “Glad Rag Doll” (2012) estaba basado en el jazz oscuro de los años 20 y 30, luego llegó “Wallflower” (2015) en donde se enfocó en canciones pop-rock. 2017 la muestra de regreso con un nuevo disco en el que vuelve a recorrer el Gran Cancionero Americano. En esta oportunidad convocó al productor Tommy LiPuma con quien había trabajado en 9 discos de Krall y no se encontraban en el estudio desde “Quiet Nights” (2009), una producción inspirada en la bossa nova
En “Turn Up The Quiet”, va alternando suavemente entre un trío, un cuarteto y un quinteto, a veces de manera imperceptible porque el foco está puesto en el piano de Krall. En muchos momentos la voz de la blonda encuentra un mayor tono intimista a través del susurro, una elección efectiva en los pasajes más románticos del disco, esos mismo susurros y el cuidado despojo instrumental apoyan el título de esta producción (Aumenta La Tranquilidad).
Krall le da a sus tres bandas amplios espacios para brillar, el violinista Stuart Duncan, encuentra su gran momento con su solo en "I’ll See You In My Dreams", pero también hay muy buenos giros de los guitarristas Russell Malone, Anthony Wilson y Marc Ribot, junto con la interpretación de los bajistas Christian McBride, Tony Garnier y Anthony Wilson. Krall demuestra ser una gran líder que les permite imprimir espíritu y actitud a los diferentes conjuntos que la acompañan.
Diana Krall sabe muy bien lo que quiere lograr con “Turn Up The Quiet”, un disco íntimo, cercano, cálido, suave, elegante, y lo consigue.