Señor director:
Pasado menos de un mes desde la legalización de la producción, la venta y el consumo de marihuana en Canadá, el gobierno comenzó una campaña de educación pública, sufragada con 83 millones de dólares y enfocada en los jóvenes, para prevenirlos sobre los peligros que tiene la droga para ellos.
Según refiereCatherine Porter en el New York Times del 11 de noviembre pasado, algunas unidades del sistema de salud pública han adoptado una estrategia de reducción del daño, mediante la cual instan a los adolescentes a tomarse "días sin cannabis” y a no conducir drogados. Otras están lanzando el mensaje de la abstinencia. "No porque sea legal es segura. Ese es nuestro mensaje real”, dice el Dr. Paul Roumeliotis, de Ontario. Además, las autoridades han calificado como delito proveer el cannabis a cualquiera que sea menor de 19 años (o de 18, según la provincia), penado con hasta 14 años de cárcel. De momento, sin embargo, persuadir a los jóvenes de no ver la legalización como una luz verde para usarla, será difícil, opinan algunos expertos, por no mencionar que en el pasado, los esfuerzos para alejar a la gente de las drogas, cuando estaban prohibidas, no han rendido los frutos deseados. ¿Qué cabe esperar si están legalizadas?
