Que "vive empastillado, drogado", que "siempre tiene problemas porque anda robando hasta en el barrio" y que "le pega hasta a la madre" fueron algunas de las acusaciones que los vecinos del Barrio Conjunto II de Chimbas hicieron ayer contra el adolescente de 15 años que le dio un fierrazo en la cabeza a un muchacho que vive al lado de su casa y que, para colmo, "siempre lo aconsejaba". "Siempre lo hablaba, le decía que dejara de estar así, que pensara en su familia, que cambiara, que cuidara a su madre. Lo vivía aconsejando pero no hay caso, ese chico está perdido", sostuvo un familiar de la víctima.
Franco Emilio Bazán (26) continuaba anoche internado en la Terapia Intensiva del Hospital Rawson, pero estaba mucho mejor, al punto de que había despertado y le habían sacado el respirador, una realidad muy distinta a la de la noche del miércoles, cuando ingresó inconsciente y casi sin vida.
"Parecía que estaba muerto, la cantidad de sangre que perdía era impresionante. Tenía la cabeza abierta, si le hubiese pegado más arriba lo mata", contó una familiar (prefirió no identificarse) que presenció esos dramáticos momentos en los que Bazán no reaccionaba. Para ese entonces la Policía ya había llegado y lo habían hecho entrar para tomarle los datos. "Pero se empezó a desvanecer. Estábamos desesperados, hasta los niños. Lo hablábamos pero no volvía, pensábamos que lo teníamos muerto. La casa estaba llena de sangre por todos lados. De golpe empezó a convulsionar, quedó duro. La Policía nos dijo que lo pusiéramos de costado y que le tapáramos la herida hasta que llegara la ambulancia", añadió.
Mientras eso pasaba, otros uniformados la pasaban mal con el acusado, porque "les pegaba, los escupía, les pateaba el patrullero, los insultaba, decía que iba a matar a todos". Por disposición judicial, se lo llevaron detenido.
Franco Emilio Bazán trabaja en la construcción con su padre, además hace changas y ayuda a su abuela con su almacén. Cuando despertó, preguntó por su madre. Ahora los médicos esperan que se deshinche su cerebro para avanzar con la recuperación.
¿Qué motivó el ataque? Desde el entorno de la víctima explicaron que ese miércoles, en la mañana, Bazán estuvo junto a un primo arreglando y probando una moto. Mientras que el agresor "andaba empastillado desde el día anterior… ese día había encerrado a la madre en una pieza y la quería matar con un palo". Según dijeron, por su estado, para armar pelea buscó como excusa "que le había estado acelerando la moto". Ya era de noche. Bazán "pensaba que lo estaba jodiendo y se ha metido adentro. Ahí empezaron a largar piedras por el fondo", indicaron. La víctima luego salió y apenas pasó el portón recibió un primer fierrazo que pudo atajar con el antebrazo izquierdo, que lo tiene todo rajado. Pero tambaleó y ahí nomás recibió un segundo golpe que fue de lleno sobre el costado derecho de su cabeza. Ese fue el fierrazo que casi lo mata.
"Algo tienen que hacer con ese chico, ha hecho algo muy malo y sin ningún motivo. Esto no puede quedar así", cerró el familiar.