En el campo sanjuanino aseguran que la ola de calor que comenzó esta semana, y promete extenderse hasta el martes o miércoles próximos, es la más larga e intensa que se recuerde para un mes noviembre. Ya generó daños a la vista en las chacras e invernaderos, y aunque es pronto para cuantificar pérdidas, en el resto de plantaciones de viñedos y olivos esperan una reducción importante en las producciones.
El calor, con temperaturas que vienen orillando los 38 y 40 grados máximos en los últimos días, contrasta con los valores de entre 28 y 34 grados de los mismos días del 2021, y ha traído más caras largas a los productores sanjuaninos, que vienen de sufrir el 1 de noviembre una helada tardía también inédita. Técnicos del INTA explicaron que estos accidentes climáticos son producto del cambio climático y aseguran que las pérdidas por el calor de estos días serán importantes.
‘Estos calores no son normales, vamos a tener pérdidas; las plantas están arrebatadas’, sentenció Osvaldo Recio, presidente de la Sociedad de Chacareros. Explicó que para cultivos como melón y sandía -que son plantas tiernas y con poco follaje que se estropean fácilmente- el calor excesivo es perjudicial, también para toda la verdura de hoja como lechugas, acelgas y espinacas que se están criando en el cinturón hortícola provincial. También pueden afectarse las cebollas que ya han sido cosechadas.
Los productores de melones de Sarmiento están inundando estos días los surcos buscando hidratar al máximo para que las plantas resistan la ola de calor. Justamente Recio destacó que se suma el estrés hídrico en los cultivos, porque no se está regando de la misma forma que años atrás.
‘El sector productivo está muy golpeado. Venimos de años de pandemia, de sequía, de granizos, de heladas, de calor y de bajos precios. Aún no se puede calcular la pérdida’, dijo Recio. Por estos problemas se están reduciendo las hectáreas de hortalizas: en la entidad contabilizan un 12% menos de productores entre 2020 y 2022. Con los daños seguro va a escasear la producción local, pero no creen que suban los precios al productor, porque hay una fuerte caída en el consumo de la población. ‘Este año hemos vendido acelgas y espinacas al mismo precio que hace 5 años, con la inflación en dólares de insumos’, lamentó.
Mario Torrente, desde la Asociación de Productores de Cultivos Bajo Cubierta, informó que el sector tendrá fuertes pérdidas. ‘No hay manera de regenerar lo que está en invernadero. si el calor se extiende los días que está pronosticado va a ser significativo el daño, y encima con crisis hídrica’, aseguró. Los invernaderos están cubiertos por polietileno y en estos días alcanzaron 100% de humedad y más de 36 grados de calor interno, un combo letal, para cultivos tempranos de tomates, pimientos y berenjenas, entre otros. Entre octubre y diciembre es la época de mayor producción bajo cubierta y ahora algunas plantas ya se están ‘chamuscando’, explicó Torrente.
- VIÑEDOS Y OLIVOS
‘Estamos muy preocupados, no es normal una calor tan extenso en noviembre y si se extiende hasta la semana próxima, será demasiado’, lamentó Pablo Martín, desde la Mesa Vitícola que reúne a viñateros. Destacó que se produce un combo letal porque al calor se suma el estrés hídrico, ya que si bien Hidráulica no ha cortado el agua de riego, se está enviando un coeficiente menor a otros años por los canales y se tarda mucho en regar las fincas completas. ‘Estamos recibiendo un 28% menos de lo que deberíamos a causa de la sequía, y con este calor, el grano se quedará chico y vamos a tener mermas’, vaticinó.
Gonzalo Lenzano, desde la Cámara Olivícola, agregó que en el sector están resignando regar los olivos grandes que son resistentes, para desviar el agua a los plantines recién plantados para salvarlos. También deben revisar con más frecuencia los goteros del riego para evitar que se tapen.
Estrategias
Aunque contra el clima no se puede luchar, desde el INTA dijeron que hacia adelante se puede intentar atemperar y tratar de reducir el estrés que provoca la ola de calor con estrategias de riego, fertilización y manejo fitosanitario.
Asistencia oficial
El Secretario de Agricultura, Martín Gómez Savatié, dijo que el programa de ayuda a productores contempla la asistencia por granizo o helada, pero que se puede evaluar la posibilidad “ante otra contingencia con magnitud significativa”.
- En el INTA lo atribuyen al cambio climático
Dos expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria aseguraron que varios cultivos se verán afectados por la ola de calor y explicaron que estas anormalidades climáticas serán cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático.
Pierlugi Pierantozzi explicó que cultivos como el olivo y la vid pueden sentir menos los efectos de esta ola de calor siempre y cuando estén bien regados, pero hay otros cultivos que están en floración como es el caso del tomate, que van a tener problemas. ”Si crecen, van a crecer menos de lo esperado”, indicó, y agregó que los cultivos de hojas verdes son los que más sentirán el golpe de calor. El ingeniero agrónomo agregó que la región de Cuyo es la más afectada por la sequía y el golpe de calor ‘inusual’ . ”El cambio climático no se está resolviendo como se debería, y las consecuencias van a ser cada vez peores. El problema de fondo es cambiar el esquema productivo, bajar el uso del combustible fósil, y eso no depende del país, sino de un acuerdo a nivel mundial”, opinó.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Rodrigo Espíndola aseguró que en un contexto de cambio climático ”hay cambios en las distribuciones de las precipitaciones, aumentan la frecuencia de accidentes climáticos, disminuye la disponibilidad de precipitación de nieve y cambia la forma en las que las precipitaciones ocurren, de modo tal que se acentúan las épocas de sequía, de lluvia y las temperaturas que repercuten en todos los cultivos”. ”Las olas de calor se van acentuar con el tiempo y son parte del cambio climático”, aseguró. Respecto al efecto del golpe de calor en viñedos, explicó que ocurre cuando las temperaturas máximas se sostienen por encima de 34 de promedio mensual de la época, lo que provoca estrés en la planta, no puede evapo-transpirar y produce un cierre estomático que inmediatamente genera una detención de crecimiento. ”Se verán perjudicados el crecimiento y la formación de todos los precursores que luego van a determinar la calidad y el nivel productivo futuro. Las consecuencias son negativas”, afirmó.