Las declaraciones del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli, criticando el valor de los honorarios para la confección de declaraciones juradas, desató una controversia impensada. No sólo que el Consejo profesional que reúne a los contadores salió a rechazar los dichos, sino que los empresarios también apoyaron la postura. La semana pasada Cuccioli dijo que ningún contribuyente debería pagar $4.500 por una declaración jurada. En línea con otros consejos de Cuyo y el país, el órgano sanjuanino que preside Osvaldo Rebollo firmó un documento donde justifica los honorarios entre otros motivos por el complejo sistema tributario "en el que se deben interpretar más de 160 impuestos que además están en constante cambio". Añade que el profesional requiere capacitación continua, recambio de software frecuente, sin contar la responsabilidad para evitar que el contribuyente caiga en multas o evasión. Diversos empresarias salieron a apoyarlos: Dino Minozzi (Federación Económica), Hugo Goranzky (UISJ) y Guillermo Cabrera (Came) opinaron que los honorarios no deben ser impuestos ya que siempre se fijan entre las partes. Goranzky fue más allá al reclamar a la Nación que reconozca el ajuste por inflación impositivo en los balances, entre otras complejidades; para simplificar la tarea del contador y de la empresa, lo que redundaría en menos aranceles.