Traslado. El momento en que la Policía retira el cadáver de la pequeña Ángeles del canal donde la encontraron ayer tarde.

 

La familia afirmaba que la beba estaba durmiendo en la cama y que era imposible que se haya ido sola, si apenas daba unos pasos y gateaba. También aseguraban que los hermanos se encontraban en la pieza de adelante y la mamá con una amiga charlaban en la entrada de esa casa, en Pocito. La versión no cerraba y en la Policía empezaron barajar varias hipótesis: desde una caída accidental al canal, el robo de la criatura y hasta un posible crimen, pero no tenían prueba de nada y sólo quedaba seguir rastrillando. Quince horas después dieron con la criatura. Estaba muerta en una acequia a 5,5 kilómetros de la vivienda y con signos de que se había ahogado.

Los bomberos del Destacamento Rawson encontraron el cuerpo de Ángeles Abigail Trigo, de 1 año y 3 meses, ayer a las 16 en un cauce de calle Maurín, a 400 m al Sur de calle 8. Vestía todavía su pantalón azul, su polera y sus sandalias, y estaba flotando entre la basura y la maleza acumulada, describieron en la Policía.

El interrogante es si Cristina Trigo (40), la mamá, y sus otros 3 hijos mintieron o nunca se dieron cuenta que la beba había salido por el frente de esa casa de calle 8, entre Costa Canal y San Miguel. Y es que según sus relatos, la nena dormía en su cama cuando la vieron por última vez cerca de la 1 de ayer. La madre dijo que la acostó y se sentó en la galería con su vecina. Sus hijos de 16, 14 y 11 años afirmaron que estaban con otros dos adolescentes en una sala, adelante de la habitación donde dormía la nena. El mayor, incluso, relató que entró dos veces a esa pieza y vio a su hermanita en la cama. Y no podía haber salido por las puertas laterales porque estaban trabadas y una tenía rejas. El que notó la ausencia de la criatura fue el amigo del hijo mayor de Cristina, que entró más tarde a la habitación y vio que la niña ya no estaba. Ahí empezaron a buscarla por toda la casa y en el canal que corre frente a la propiedad, y a las 1.40 llamaron a la Policía. “No sé qué pudo haber pasado. La bebé estaba durmiendo y es imposible que salga. No sé qué explicación hallarle”, expresaba Cristina. El caso movilizó a los policías de la Seccional 7ma, Bomberos, a la Sección Canes y Búsquedas de Personas y hasta Homicidios, y los interrogantes crecían. Revisaron varias veces la casa, la finca trasera y los canales. La búsqueda duró hasta que un bombero encontró a la criatura en un cauce a 5,5 km de la vivienda.