Dinamarca, uno de los favoritos a pasar de fase, no pudo ayer con Túnez, con el que igualó sin abrir el marcador en el inicio del grupo D.

El partido se desarrolló en el estadio Ciudad de la Educación, de Rayán, y contó con el arbitraje del mexicano César Ramos.

El primer tiempo fue interesante con un comienzo en el que el representativo tunecino fue protagonista y complicó a Dinamarca, que con el correr de los minutos, se fue acomodando y emparejó el trámite.

Los europeos tomaron la pelota, la circularon con criterio con el liderazgo futbolístico de Christian Eriksen y lograron imponer las condiciones de juego, aunque lo hicieron lejos del arco defendido por Aymen Dahmen por falta de eficacia.

Túnez, a pesar de haber cedido el control, se paró de contragolpe y, gracias a esa herramienta, tuvo algunas chances para intentar lastimar al arquero Kasper Schmeichel, que estuvo siempre sólido cada vez que lo exigieron.