María Soledad Taboada, de 30 años, discutió con su pareja, Bernardo Florentino Díaz (33), quien la sometió en la noche del domingo último a una paliza y le asestó once cuchilladas en la casa de ambos, situada en el barrio General Paz de la ciudad de Santiago del Estero. 

Bajo esa acusación fue detenido el hombre de 33 años y su mujer fue trasladada de urgencia al Hospital Regional "Ramón Carrillo", donde los médicos comprobaron que presentaba once heridas de arma blanca, fractura de cráneo y colapso de sus pulmones.

A pesar de los esfuerzos de los profesionales por salvarle la vida, la víctima falleció en la madrugada de este martes en ese establecimiento sanitario, informaron fuentes policiales a ElLiberal.com.ar.

Los familiares de Taboada, por su parte, se mostraron consternados y lamentaron no haber actuado antes, ya que fueron testigos de amenazas verbales de Díaz a la víctima, según contaron en contacto con la prensa.

El cadáver de la mujer será sometido a la correspondiente autopsia, mientras que la caratula de tentativo de femicidio de la causa cambiará y, en las próximas horas, la fiscal Cecilia Gómez Castañeda dará a conocer cuáles son los pasos a seguir en la investigación, anticiparon fuentes judiciales.

Díaz, por su parte, permanecía detenido este martes. "No podemos creer lo que estamos viviendo, queremos que pague por lo que ha hecho, que no lo suelten”, dijo a la prensa Vanesa Taboada, hermana de Soledad.

A la vez aseguró que el hombre de 33 años “era celoso y posesivo", y manifestó que su hermana "no podía hacer nada sin que él la amenace”.

"Justicia por mi hermana por favor. Le arrebataron su vida, sus sueños. Dejaron a una beba y a un niño sin su mamá, una familia destrozada", escribió Vanesa en su cuenta de Facebook.

En tanto, Pablo, hermano de la víctima, sostuvo que el acusado "la mató" a Soledad  "de una manera terrible". Y definió a Díaz como "un infeliz que dejó sin madre a dos criaturas”.

“La venía amenazando verbalmente hacía tiempo, pero nunca pensamos que podía llegar a concretar”, lamentó Pablo y añadió que el imputado “parecía una persona buena", al punto de que su hermana "decía que todo era broma, que no lo iba a hacer, lo consideraba un chiste”.