
Hace unos días, viendo un programa de televisión donde se trataba sobre las distintas formas de pensar y posiciones que toman los argentinos, los panelistas no pudieron eludir hacer referencia sobre un término muy controvertido como es el de la "grieta". En la ocasión escuche con sorpresa como el doctor Jaime Durán Barba, consultor de imagen y asesor político del Gobierno nacional, circunscribía esta división a la existencia de "disentir". Decía que como ella es buena en democracia, no la consideraba un problema.
Hay temas que guardan una profundidad intrínseca, a la que no podemos eludir. Es nuestra responsabilidad abordarlas, porque estoy persuadida que hace a nuestro futuro como Nación.
Personalmente considero que no podemos confundir "grieta" con disenso. Grieta es un término que quienes vivimos en zona sísmica, como San Juan o la región de Cuyo, la conocemos y la visualizamos. Técnicamente la atribuimos a una hendidura, abertura, separación profunda, que se produce en la tierra o cuerpo sólido, en nuestro caso, después de un movimiento sísmico de importancia.
No se trata de una fisura, sino que determina profundidad. Se trata de dos partes alejadas, entre las que no hay acercamiento. Líricamente, diríamos, las separa un "abismo” y el abismo es "peligro”, "vacío insondable”, "muerte”.
Esto llevado al orden social, es grave. Si formamos una Nación, debe primar en nosotros el sentido de unidad, para que sigamos siendo Nación. Si no, actuaremos como el caso de Cataluña. Ellos suman los disensos con España, y se sienten con derecho a formar otra Nación.
Esto es grave pensando que olvidamos nuestros cimientos. El disenso no es malo y permite la evolución y adaptación a nuevos tiempos para hace crecer a la Nación. Siempre que esté dentro del criterio de razonabilidad y beneficio para mayor justicia y el bien del país. Si sólo son beneficios partidarios, sectoriales, en desmedro de esa Justicia y la totalidad del país, será un desequilibrio problemático e incorrecto.
Todo ello me lleva a exaltar la urgencia de tomar conciencia: dejar de lado partidismos, pensar en nuestra Argentina que sufre hace 200 años su desgarro. Creo que nuestra patria no merece ser herida, abriendo en ella grietas por donde sangra. Viendo a sus propios hijos lastimarla. Ella es generosa y tiene tanto para dar! Perdemos el tiempo en peleas egoístas, en vez de poner el esfuerzo entre todos. Cada uno reconociendo las capacidades del otro, aunadas con políticas de Estado consensuadas, no en beneficios personales, sólo en beneficio de nuestra Argentina.
Hagamos que esta Nación sea más rica! Ella nos devolverá los frutos obtenidos, para que con justicia y criterio distribuyamos.
Pero insisto: La unión hace la fuerza. Demostremos ser un pueblo maduro. Comencemos a cerrar la "grieta”. Actuemos con inteligencia y honestidad. No sigamos siendo necios.
