Cada rincón en el Museo Franklin Rawson estuvo a tono con la celebración en la muestra final del Vacacionarte que inauguró anoche. Decenas de grullas de papel daban la bienvenida en el hall de entrada, extendiéndose incluso hasta el ascensor. Cada sala del museo recibió parte de las obras que durante un mes los chicos prepararon, dejando fluir su imaginación y creatividad.
Festejando los 10 años del Vacacionarte, la exposición se tiñó especialmente de color y diversión. Coquetos sombreros de papel que engalanan algunas esculturas de la sala principal de la Colección; grandes murales, dibujos de lo más variados y hasta mini metegoles en cajas de zapatos, son parte de esta exhibición que continuará unos días más y que la familia entera disfrutó, recorriendo el museo -algunos por primera vez, otros redescubriéndolo- para no perder ningún detalle.
Afuera, en la explanada, un escenario albergó a varios de los niños, que convertidos en artistas de circo fueron desfilando mostrando sus habilidades presentados por dos los especiales maestros de ceremonia como fueron Tiziano y Ulises. Con vibrantes vestuarios y maquillaje los pequeños se divirtieron ofreciendo un show que se llevó los aplausos.
"Los chicos del Vacacionarte tienen el lujo de que los profes no son profes comunes, son artistas", remarcó la directora del área de Educación, Pepa Mariel, al dirigirse al público presente, antes de dar paso a que todo el equipo que trabajó se presentara.
Al cierre de esta edición, el espectáculo seguiría con una gran coreografía de hip hop de la mano de los profes de Ritmos urbanos y el taller de teatro invitaba a su muestra en la sala de la Colección.
Llegó el día: es una muestra más, pero con nuevas sonrisas y la amplia satisfacción de la tarea cumplida.
CRÉDITOS: MARCOS URISA