Luego de la exclusión de Guido Pella y del boliviano Hugo Dellien del Masters 1000 de Cincinnati, debido a que el preparador físico de ambos, Juan Manuel Galván, diera positivo de Covid-19, el mundo del tenis se vio convulsionado. Y en ese contexto, los jugadores sancionados encontraron un apoyo tan valioso como impensado: el de Novak Djokovic.
En su rol de presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, el número 1 del mundo decidió tomar cartas en el asunto para intentar revertir una decisión que considera injusta. El serbio tomó la determinación de juntar firmas para que los organizadores del torneo y la USTA (Asociación de Tenis de Estados Unidos) reingresen en el cuadro a ambos jugadores, teniendo en cuenta que el protocolo indica que la exclusión sólo tendrá lugar cuando "un jugador compartiese habitación con un COVID-19 positivo", lo que no sucedió con Pella ni Dellien.
Según el diario español Marca, esta iniciativa se gestó tras el intenso debate de la situación que se produjo en el chat de los jugadores. Algunos de los más enérgicos en la discusión llegaron a entrever la posibilidad de realizar un paro al torneo que se celebrará en la ‘burbuja’ de Nueva York.
Por lo pronto, la situación parece tornarse irreversible, ya que la USTA ratificó ayer su decisión y ya invitó a dos nuevos tenistas como alternativas.