Lo que la noche del viernes era una duda angustiante para todos los allegados a Matías Araya, un joven de 20 años, ayer por la madrugada se transformó en la peor de las certezas. Es que el cuerpo del chico, apodado "Papelito" por sus seres queridos, fue hallado en el cauce del canal Céspedes, en Rivadavia donde Matías había ido a bañarse con unos amigos.
El joven no sabía nadar, por eso en cuanto fue empujado por la corriente de agua intentó hacer pie y salir, pero no pudo. Sus amigos hicieron todos los intentos por retenerlo, pero tampoco lo lograron. Desde entonces, pasaron varias horas de búsqueda y angustia por parte de todos los que conocían a Papelito.
Tras cortar el cauce del Céspedes para facilitar el rastreo del joven, y ya casi sin esperanzas de hallarlo con vida, finalmente ayer cerca de las 5.30 personal de Bomberos encontró el cuerpo y lo rescató, con la colaboración de efectivos de la Policía.
Matías había sufrido su percance en la Electrometalúrgica Andina, en Rivadavia, y su cadáver, tras aparentemente haber muerto por ahogamiento, fue encontrado en la Usina Nro 2 del canal Céspedes, a apenas 1 kilómetro de distancia de donde se había caído, pese a los esfuerzos desesperados de sus amigos por sacarlo a tiempo del peligro del agua que terminaría con su vida.