Junto a "Los Trovadores de Cuyo", Hilario Cuadros tuvo una destacada trayectoria en el folclore local.

 

La región de Cuyo, folclóricamente hablando, contó y cuenta con autores de música vernácula, todos magníficos exponentes. Uno de los grandes fue don Hilario Cuadros. Su prolífera obra como cantautor tiene el mérito de haberse difundido por todos los rincones del país, haciendo conocer mediante el canto nuestra cultura criolla. Hilario Cuadros nació en Mendoza el 23 de noviembre de 1902 (van hacer 120 años) falleciendo a los 54 años. El amor por el arte popular criollo lo heredó de sus padres don Anselmo Cuadros y doña Carlota Romero, quienes, como era costumbre en aquella época, solían cantar en tertulias familiares. Desde temprana edad datan sus comienzos artísticos, pues a los 20 años ya cantaba a dúo con uno de sus hermanos. Años más tarde constituyó el famoso conjunto "Los Trovadores de Cuyo", transitando durante un cuarto de siglo el interior de nuestra tierra, recibiendo grandes ovaciones, consolidando y dándole prestigio a nuestra música regional. Su repertorio es amplísimo, abarcando las diferentes expresiones musicales cuyanas, especialmente las tonadas y cuecas. Entre estas últimas podemos mencionar "Los sesenta granaderos", "La yerba mora", "Cochero "e plaza". Este último es un personaje típico de nuestro suelo que se lo solía encontrar en los pueblos del interior. El cochero, infatigable personaje, con mucha voluntad, siempre cortés, se lo veía en todo amanecer provinciano y aunque el caballo podía estar cansando él está dispuesto a señalar donde hay una buena "picantería" o "churrasquería", incluso acompañarlo de serenata o escuchar la confesión de una ilusión amorosa. Como muchas de sus canciones la nombrada composición está jalonada de hechos o personajes interesantes que nos enseñan a conocer antiguas costumbres de nuestro pasado. Hilario Cuadros tiene el mérito de haber rescatado a través de sus obras estas tradiciones.

El escritor Jorge Segura expresa de nuestro autor que "no desvirtúa la música y los cantares con estilizaciones ni deformaciones extrañas a su íntima naturaleza". Por eso la obra de este mendocino, como la de tantos otros cuyanos, representan genuinas representaciones de nuestra cuyanidad. 

 

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia