Sentado de forma paciente, con la mirada expectante y con la emoción a flor de piel, así esperaba Don Riveros, un carpintero de toda la vida la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus que empezó a aplicarse hoy en San Juan a los mayores de 80 años.
“No sentí nada cuando me la pusieron, lo único que siento es emoción, la emoción de que todo esto pase. Y lloro porque nunca pensé que me iba a poder vacunar tan pronto. Uno se guía tanto por lo que dicen en la televisión y se ve todo tan catastrófico que realmente pensé que me iban a vacunar mucho tiempo más adelante”, comentó el hombre que durante toda su vida se dedicó a la fabricación de muebles.
Poco después de las nueve de la mañana, la enfermera se acercó a Don Riveros dentro del Polideportivo de la Escuela San Martín y le pidió que se descubriera un poco el brazo y en menos de 30 segundos, el hombre de 87 años ya tenía inoculada la primera dosis de la vacuna de Oxford Astrazeneca contra el coronavirus.
“Me dicen que dentro de un mes debo volver a que me pongan la segunda dosis, pero ahora ya me siento hasta más saludable”, bromeó Don Riveros.
Y finalizó: “Yo he vivido muchas cosas, he pasado el terremoto del 44 que fue una gran tragedia para la provincia. Yo era un pibe en ese momento y hoy ya tengo 87 años y todavía me duele la gran destrucción que hubo. Hoy siento un poco más de esperanza después de que me vacunaran y después de haber pasado todo un año con noticias negras sobre el coronavirus”.
Un familiar que acompañó a Don Riveros comentó que apenas se habilitaron los turnos online realizaron la correspondiente inscripción para ser uno de los primeros vacunados en la zona de Capital.