Mensaje claro. Cerca de 10.000 personas, de todos los estamentos universitarios, marcharon el jueves.

 

Como un resumen de la mayoría de las disputas que se instalaron este año en la sociedad argentina, en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), en general, y la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA), en particular, transcurrieron 35 intensas horas que aseguraron semillas de próximos debates, y algunos en nuevas instancias.

Cuando todos los estamentos de la Universidad se sumaron a la multitudinaria marcha el jueves a las 16.30, el destinatario de la protesta era exclusivamente el Gobierno nacional (como en todas las marchas que se hicieron en el país), respaldado luego por oradores que representaban a distintos sectores.

Pero el mensaje unánime hacia el exterior de defender la universidad pública y gratuita no pudo trasladarse al momento de aplicar las metodologías. Por ejemplo, un grupo de estudiantes que había participado en la toma de 3 facultades del CUIM la semana pasada quiso hacer lo mismo en el rectorado, pero se encontró con las puertas cerradas porque casualmente se ordenó fumigar el edificio ese día.

Entonces surgió otro reclamo, de un hecho que ya se había producido en otras universidades, como la de Córdoba y la Nacional de Cuyo, donde un grupo de estudiantes retiró la imagen de una Virgen, sosteniendo la condición laica de las casas de estudios.

Y antes que culminara la marcha en San Juan, se producía el "enfrentamiento de pañuelos" en el hall de la Facultad de Filosofía, en el que se sumó a cada grupo personas que no asisten a ese recinto. Como una extensión de la controversia que generó en la sociedad el tratamiento parlamentario del proyecto de ley de la interrupción voluntaria del aborto, la tensa situación no pasó a mayores cuando la decana Rosa Garbarino logró acordar que la estatuilla se retirara del hall y quedara al resguardo en el decanato, "sin tener que recurrir al ingreso de fuerzas policiales que hubiera puesto más violenta la situación", resaltó Garbarino, quien en la mañana del viernes planteó el tema en la reunión del Consejo Superior y se acordó que cada Facultad deberá tratar si continúan o no los símbolos religiosos, que en general son católicos.

Pero lejos de regresar a la rutina, el viernes hubo más controversia. Garbarino debió abandonar la reunión del Consejo Superior, ante el segundo aviso de una amenaza de bomba. Mientras se procedía con el protocolo en una situación así, otro grupo de estudiantes comenzó a reunirse en la puerta del edificio, con intenciones de hacer una nueva toma como la del CUIM y la frustrada al rectorado. Esta última despertó también una solapada crítica en ámbitos de conducción porque consideraron que no se compartió la información que había en el rectorado sobre las intenciones de los sectores estudiantiles, que hubieran evitado la controversia del jueves en Filosofía.

Garbarino afirmó que decidió cerrar las puertas de ingreso al hall de la Facultad primero por precaución, ya que todavía aguardaban que la brigada antiexplosivos de Bomberos hiciera la inspección. Y luego, advirtiendo que volvía a ver a estudiantes que habían exigido el día anterior que se retirara la virgen, mantuvo la decisión por temor a que se produzcan eventuales daños, mientras convocaba al rector Oscar Nasisi y a otros decanos, quienes fueron llegando a partir de las 19. "Al final, la facultad está tomada por la decana. Venimos para defenderlos también a ella", protestaba una alumna con poco más de 20 años de edad como la mayoría de los autoconvocados y que prefirió no dar su nombre, también como la mayoría.

 

Para legitimar más la decisión de que permanezca cerrado el edificio, un grupo de no docentes y de representantes de otros estamentos de la Facultad también apareció en escena, oponiéndose a la toma. Además de las razones de seguridad y presupuestarias que sostuvo la decana (ver entrevista) tampoco creían como efectiva la medida de protesta, tomando la facultad. "Entendemos que ahora tomar la facultad no es un camino que conduzca a los resultados que todos reclamamos", afirmó un integrante del grupo que respaldó a la directiva, quien también recordó que la toma que hubo en junio pasado, por un reclamo en las elecciones del centro de estudiantes, no provocó más que incomodidades a quienes iban a trabajar. Por cansancio acumulado, el grupo de estudiantes desistió de efectuar la medida recién a las 2,30. Unos 45 minutos después se retiraban recién las máximas autoridades.

 

La pausa del fin de semana sirve para tomar fuerzas. El miércoles se tratará en Filosofía si se restituye la imagen de la Virgen, debate inédito que se pidió que se haga en todas las facultades.

 

La semana

Lunes 27 

Un grupo de estudiantes toma tres facultades en el CUIM, con el fin de visibilizar la problemática universitaria y de los alumnos. La duración de la toma se extiende por tres jornadas.

 

Jueves 30

Se realiza una marcha multitudinaria en San Juan, con 10.000 manifestantes, que también se hizo en todo el país. Todos los sectores protestan contra el gobierno nacional.

 

Jueves 30

30 Se produce un fuerte cruce verbal en Filosofía que comienza por la exigencia de un grupo de estudiantes de retirar un símbolo católico en el hall de acceso.

 

Viernes 31

Ante el aviso de amenaza de bomba, se desaloja el edificio de Filosofía. Luego, la decana mantuvo el edificio cerrado para evitar que fuera tomado por estudiantes.