Sin chances. El impacto entre la moto y el auto fue violento. El brazo izquierdo del motociclista quedó adentro del auto y, pese a que llegó con vida al Hospital Rawson, no sobrevivió.

 

Dos siniestros viales ocurridos en la provincia en un lapso de menos de dos horas cobraron la vida de dos motociclistas. En Zonda falleció un chico de 19 años, mientras que en Pocito la víctima fue una mujer de 41 (ver Volvía a casa…).

EN ZONDA

La desgracia ocurrió alrededor de las 21.15 del último domingo, sobre la calle Las Moras, unos 100 metros al Sur de Sancassani, cerca del ingreso a Villa Tacú.

A esa hora Abel Heredia (19) guiaba su Honda Titán 150 cc por calle Las Moras hacia el Sur. Mientras que por la misma calle pero en sentido contrario circulaba César Olmos (40) en un Volkswagen Gol.

El impacto fue muy violento, al punto que el motociclista sufrió la amputación de su brazo izquierdo en el lugar. La extremidad fue hallada luego en el interior del auto, colocada en un recipiente con hielo y entregada a un enfermero. Pero esta precaución de poco sirvió porque horas después, a eso de las 2.30 de ayer, Heredia falleció en el Hospital Rawson.

 

La víctima. Abel Heredia era amante de las motos.

 

Según testigos, había subido inconsciente a la ambulancia y se lo notaba muy malherido, pero con signos vitales. Los investigadores dijeron que a causa de esa terrible lesión en el brazo la víctima perdió mucha sangre y eso fue trascendental para el fatal desenlace.

Heredia jugaba al rugby y era integrante de un grupo religioso seguidor de Don Bosco, el Batallón 25 "Pro-Patria" San Juan. Vivía con sus padres, su abuela y sus hermanos en Capital, en Concepción, y se dedicaba principalmente a ayudar a su padre en su taller mecánico. "Era un pibe muy alegre y loco. Lo hacía muy feliz andar en moto al lado de sus amigos, hermanos y primos", contó Franco, familiar del fallecido. Otro conocido dijo a este diario que la última vez que lo vio fue el pasado viernes, cuando Heredia lo fue a visitar porque él había tenido un accidente en moto: "Lo último que me dijo fue: "Hermano, sé consciente, andá despacio en la moto". No lo puedo creer". Esa persona además admitió que solían conducir a elevada velocidad.

Olmos, conductor del Gol, estaba internado y al recibir el alta iba a quedar preventivamente detenido. El hombre, oriundo de Ullum, tras el impacto aducía dolor en el pecho y la boca.

El caso está siendo investigado por la UFI Delitos Especiales, a cargo del fiscal Adrián Riveros. Lo que los pesquisas buscan determinar es cuál de los conductores invadió el otro carril. Según los pesquisas, el automovilista informalmente expresó que iba bien, que otro auto lo pasó y que de golpe se encontró con el motociclista, sin poder hacer nada para evitar el impacto. Por otro lado, algunos testigos declararon que la víctima y los otros motociclistas (hermanos, primos y amigos que regresaban con él) venían pasando a elevada velocidad la cola de autos que se había formado en el regreso de la zona de los diques. Es más, desde Fiscalía afirmaron que analizaban la hipótesis de una supuesta picada.

"Siempre fue una persona muy respetuosa, muy amable. Ayudaba a personas de bajos recursos con el grupo de moteros. Ahora siempre que salgamos a la ruta va a faltar ese loco de remate que nos acompañó siempre, pero siempre será llevado en nuestros corazones", concluyó el primo.

 

Volvía a casa en moto y se mató por un montículo

Olga Aráoz tenía 41 años y era madre de tres hijos.

Se iba a llamar "Yésica" y así la nombraban sus familiares y todos los que la conocían, pero como en el Registro Civil no le aceptaron el nombre oficialmente quedó asentada como Olga Marisa Aráoz. Tenía 41 años, un marido, dos hijas de 20 y 15 años y un varón de 2 años que era el regalón de todos, contó ayer entre lágrimas Analía, una de sus 11 hermanos (10 mujeres, 2 varones), con el dolor fresquito por otra pérdida, la de otra de sus hermanas que falleció en 2020 afectada de cáncer.

"Yésica" murió alrededor de las 4,30 de ayer por un accidente de tránsito. Según su hermana, la mujer había ido a visitar a su papá que vive en calle Mendoza y 18 y el domingo alrededor de las 22,45, transitaba al Sur rumbo a su casa por calle Aberastain (conocida en Carpintería como Bazán Agrás), cuando se accidentó alrededor de 1,5 km al Norte de Anacleto Gil.

“Que investiguen”, reclamó una de las hermanas de la víctima. Según dijo,
existe la posibilidad de que la hubieran atropellado y no hubiera caído sola.

Según la Policía, perdió el control por un montículo de tierra que dejó en la calle la crecida a causa de las últimas lluvias. Y fue su fin, porque viajaba sin casco en una moto Zanella 110 cc y sufrió golpes tan graves en su cabeza, que alrededor de las 4,30 de ayer dejó de existir.

"Esa es una versión, porque a nosotros nos dijeron también que un hombre que vive cerquita escuchó pasar un auto muy fuerte, luego un ruido y cuando salió la vio tirada a mi hermana. Queremos que se investigue, porque ella no era de andar loqueando en moto", dijo Analía.

Qué destino tendrá la causa es lo que decidirán en la UFI de Delitos Especiales que dirige Francisco Micheltorena con el ayudante fiscal Francisco Pizarro.