“Es increíble volver aquí, ganar la décima para mi es muy especial, doy las gracias, estoy muy emocionado, mi francés es muy malo y en este momento no tengo palabras, estoy muy emocionado”, dijo Nadal, en idioma francés, mientras recibía el aplauso del rey español Juan Carlos desde uno de los palcos del estadio.
Nadal aseguró que en cada partido intenta “dar lo mejor”, pero reconoció que cuando entra en la Philippe Chatrier su sensaciones “son especiales, difíciles de comparar”.
La organización del tradicional torneo parisino le rindió homenaje al español, tras entregarle una réplica de la Copa de Mosqueteros con su nombre grabado, de manos de su tío y entrenador Toni Nadal.
Las pantallas gigantes del estadio emitieron las imágenes de las diez bolas de partido del español en sus triunfos, tras lo cual los casi 15.000 espectadores dedicaron una cerrada ovación al español.