Ayudar y contener a algunos chicos que reciben el alta de un tratamiento de adicciones es lo que se propone el Gobierno provincial y para que esto se dé, una vivienda que está dentro del Centro de Día San Benito, está siendo remodelada para convertirla en la primera “Casa de Medio Camino”.
“Servirá para los chicos que no tienen dónde ir cuando salen del Proyecto Juan”, dijo Raúl Ontiveros, el director de Abordaje Integral de Adicciones. Esta casa está casi lista y tendrá una panadería para que aprendan el oficio, hasta que consigan un trabajo, y para que puedan generar sus propios ingresos económicos.
“Esta casa marcará el futuro de muchos chicos. Hay algunos que no tienen dónde ir”
RAÚL ONTIVEROS – Director de Abordaje de Adicciones
El Centro de Día San Benito, está quedando como nuevo. Es que después de muchos años se está arreglando por completo, desde el techo hasta el suelo (ver aparte). Ahí se decidió retocar una vivienda que estaba abandonada en el fondo y que pertenece al Ministerio de Desarrollo Humano.
La casa tiene 3 habitaciones, 2 baños, cocina comedor y un depósito. Tiene espacio para 6 personas, pero si se colocan cuchetas, la capacidad se puede duplicar. Si bien está dentro del hogar San Benito, funcionará separada.
La idea es que los chicos vivan un tiempo en esa casa hasta que puedan tener una vida totalmente independiente. Ontiveros contó que hay muchos jóvenes que reciben el alta y en sus casas no pueden recibir contención, porque tienen familiares adictos o vinculados a las drogas.
Hay otros casos, según dijeron, que se trata de chicos que no tienen familias, o que sus allegados no quieren hacerse cargo de ellos. Todos estos contextos los vuelven vulnerables. “Para muchos es casi imposible reinsertarse. Entonces, decidimos poner esta casa para que tengan dónde dormir y aprendan a ganarse el dinero con dignidad. Esto, hasta que consigan como subsistir solos”, agregó Ontiveros.
Iniciación
12 años es la edad promedio en la que los jóvenes comienzan a consumir drogas en la provincia. Muchos consumen, además alcohol. En San Juan hay 4 lugares para que los chicos reciban ayuda. El hogar Cura Brochero (en Albardón), el Proyecto Juan, San Benito y María del Carmen.
Mucho trabajo
El Centro de Día San Benito comenzó a ser remodelado hace unos meses. Según Ontiveros se encontraba en muy mal estado. Ahora se está reparando desde el techo hasta el suelo.
Además, de la parte edilicia se está mejorando los jardines y los lugares recreativos que tiene el hogar con el fin de que tenga hasta huerta. También se remodelará un gran salón para abrirlo a la comunidad para realizar capacitaciones preventivas. Hasta hace unos meses, el hogar funcionaba de 8 a 16, ahora lo hará de 17 a 20, para poder brindarle contención a más chicos.
En Iglesia
A mediados de diciembre se abrió las puertas de la primera casa del Programa Provincial de Prevención de Adicciones, en Albardón. Según el ministro de Desarrollo Humano este mes se inaugurará la segunda en Iglesia. La nueva casa que se llamará Nueva Vida funcionará desde el 12 de marzo.
Se espera que para esa fecha lleguen autoridades nacionales y de la Cedronar. Estas nuevas casas no son solo para jóvenes, sino para todas las edades.
Ese mismo día se espera poder reabrir las puertas del San Benito, para que vuelva la contención en ese lugar.
Para el alcohol
Las casas de los departamentos están destinadas a personas que tienen adicciones a las drogas, pero también al alcohol. Según algunas estadísticas anteriores, el 90% de los jóvenes que consumen drogas ilegales también son alcohólicos. Mientras que el alcoholismo puro, sin mezclarlo con otra droga, es propio de las personas adultas y de la tercera edad. En casos extremos las personas eran internadas en el hospital Marcial Quiroga, en Psiquiatría, para hacer la desintoxicación, pero posteriormente no seguían con tratamientos de rehabilitación.
"No podemos dejarlos a la deriva”
Walberto Allende – Ministro de Desarrollo Humano
“En San Juan no hay un lugar así, que contenga a los chicos cuando reciben el alta de un tratamiento de adicciones, por eso recuperamos la casa del fondo del San Benito y decidimos trabajar de esta manera.
Los jóvenes van a tener dónde estar y trabajar también. No va a ser un lugar permanente, sino transitorio. Nosotros tenemos que buscar la readaptación del chico. No podemos trabajar duramente en la recuperación de los adictos y luego dejarlos a la deriva.
Hay que tener en cuenta que los chicos llegan a las drogas por falta de contención de la familia. Hay casos particulares que la familia los puede cuidar y ayudar a que vuelvan a tener una vida normal, pero hay muchos casos en los que es imposible que vuelvan a su vida de antes. Por eso, los chicos muchas veces recaen en las drogas”.